Mick Jagger coge la cámara y graba una imagen con chicas y sexo en el avión que les lleva por su gira norteamericana. Era 1972 y los Rolling están desatados con la resaca del pop grabada por el director Robert Frank a petición de ellos sin reglas y sin censura.

Sin embargo, cuando los Stones vieron el resultado dijeron que era una vulgaridad y prohibieron que se proyectara por el sexo y las drogas pero también porque mostraba la otra cara de la fama, la vida cotidiana y en ocasiones, aburrida. "Al verse en esa versión con momentos aburridos y cotidianos no se sentían retratados. Querían la imagen de anti-ídolos", cuenta el jefe de actividades culturales de Museo Reina Sofía.

Preferían verse sobre el escenario. Por eso, denunciaron al director y, pusieron sus reglas: cinco pases al año y siempre con el director presente. Tres décadas después, la película está custodiada en el Museo de Bellas Artes de Houston y para solicitarla hay que pedir permiso.  El Museo Reina Sofía de Madrid la había programado, pero con los folletos ya impresos, los Stones han prohibido la proyección.

El jefe de actividades culturales afirma que "pese a tener la aprobación de Houston, algún intermediario de la banda dijo que no". Por ello, los espectadores tuvieron que ver otra cinta en la que la banda está inmersa en la cultura popular. Un cambio de planes con muchos menos excesos que no ha necesitado del visto bueno de los Stones.