Los dos siguen marcando el trazo porque su trascendencia es una obra inacabada. Basta ver el empuje de su legado cuando Picasso abre exposición en el Reina Sofía y ya aspira a superar el récord de visitas que tiene Dalí.

"Dalí lo vería como un episodio más de la rivalidad que tenía con Picasso. Dalí pensaría en hacer una exposición todavía más grande” ha declarado Víctor Fernández, autor de 'Picasso y yo'.

Víctor ha recopilado la correspondencia entre estos dos genios para demostrar que esa rivalidad era más sana de lo que se creía.

"Es una relación muy compleja, es una relación entre maestro y discípulo y a veces el discípulo quiere superar al maestro" ha declarado Víctor Fernández.

Picasso ayuda a Dalí al principio, le paga un viaje a Estados Unidos y le presenta marchantes en París.

"La polémica surge a partir del año 48 cuando Dalí vuelve a la España de Franco y Picasso sigue exiliado" aclaró Fernandéz.

Entonces, Dalí pronunció una frase que le perseguiría en todas las entrevistas: "Picasso es un genio yo también, Picasso es comunista yo tampoco. Picasso dijo una cosa muy bonita, parece que Dalí me tiende la mano pero de momento yo no veo más que la falange y era absurdo porque yo nunca he sido falangista ni he pertenecido a ningún partido político".

Aún así, Dalí siempre negó una supuesta enemistad entre ambos, declarando que su enemistad "era absolutamente falso" e incluso cedió 50 obras al museo Picasso.

Una relación afectiva en medio de una rivalidad inevitable entre dos genios que cambiaron la historia del arte.