29 de enero y la sala madrileña El Sol seguía con el Belén puesto. Los Niños Jesús salían de la cuna para dar su primer concierto en la capital: "Estamos que no nos lo creemos. Es increíble estar en esta sala".

Además del éxito en televisión, Jordi Évole se ha llenado de valentía para hacer algo que pensaba que nunca haría: cantar en una banda de música. A sus casi 50 lo ha hecho realidad y este es el séptimo bolo que hace junto a Jesús, Jacob, Óscar, Javi y Juan Carlos: "Llevamos muchos años tocando, pero con Jordi es especial. Estamos yendo a sitios que ni nos habíamos imaginado que podríamos tocar. Estamos disfrutando mucho como banda".

Antes de subirse al escenario, el grupo ultimaba detalles en los camerinos de la sala. Entre paredes amarillas llenas de firmas de cientos de músicos que habían dejado su voz en el local, los seis artistas se preparaban dispuestos a convertir el espacio en una verbena. ¡Y qué verbena!

"Delgadito, ellas no quieren tus besos..." Jordi Évole sumó a la lista de primeras veces cantar este tema de La Rabia del Milenio para empezar el concierto. "Es un homenaje a mi banda. Va por nosotros", bromeaba señalando sus cuerpos. "Excepto para Jacob", añadía. (Nota: Jacob, en la foto, arriba a la izquierda).

Los Niños Jesús

Poniendo a Jordi Évole como dueño del micrófono, todo el público sabía que humor e ironía no iban a faltar. En una hora donde seguro que muchos del público estaban pendientes del Real Madrid (jugaba contra la Real Sociedad), el vocalista destacó los colores de su chaqueta roja y azul: "Habéis visto cómo he venido, ¿no? ¡Un poquito de salsa!".

Con versiones de Memphis Blues, Me maten, o Tu calorro, el artista bromeaba confesando que ellos fueron los verdaderos autores de esas letras que, al final, otros como Kiko Veneno, C. Tangana o Estopa cantaron para todos.

A mitad del espectáculo, un invitado muy especial ponía voz a 'Felicidad' con Los Niños Jesús: "¡El gran Lichis!". Una pena que se bajase tan rápido del escenario ya que la banda no tardó en tocar otra canción de La Cabra Mecánica: "Es un tema que compusimos para Lichis", bromeaba Évole al empezar los acordes de 'Fábula del hombre lobo y la mujer pantera'.

La sala se convirtió en una auténtica plaza del pueblo. Parejas bailando el pasodoble y la orquesta eligiendo letras que a todos nos habían marcado en alguna época pasada donde fuimos un poco más jóvenes. "No va a ser el concierto de vuestra vida pero os aseguro que nos vamos a divertir".

Así, Jordi Évole daba paso a otro invitado: "Era guionista de mi programa y fue el primero que abrió camino para dejar la tele y empezar en la música: ¡David Merino!". El cantante de La La Love You hizo saltar a todos con su 'El fin del mundo'.

En este paseo por canciones que todos conocemos: No puedo vivir sin ti, Ama, El Roce de tu cuerpo... Jordi Évole no quiso perder la oportunidad de celebrarlo con Mario López, "mi jefe en laSexta", regalándole unas camisetas de la banda por todos los años que han compartido trabajando juntos, e invitándole a ser la mano inocente de otra de las cosas imprescindibles en una verbena: la rifa. Una rifa con premio de nivel. No hay tarjeta de El Hormiguero que envidie al jamón que se llevó el afortunado.

Los Niños Jesús rifan un jamón en su concierto

Este grupo de música empezó a formarse tras grabar un vídeo en redes sociales con una canción dedicada a Pau Donés. El cantante de Jarabe de Palo quiso grabar su última entrevista con Jordi Évole para el documental 'Eso que tú me das' y el presentador sigue agradeciéndoselo ahora también en sus conciertos con Los Niños Jesús cantándole 'Grita': "Es un tema que queremos dedicar a una persona que se cruzó en nuestra vida, en la vida de casi todos nosotros. Nos enseñó a vivir muy bien y a saber irse muy bien. Para nuestro amigo, el maestro: Pau Donés".

Gritando y con un público más que entregado, Los Niños Jesús cerraron por todo lo alto. Desafiando a los 40, o a los 50, ¡qué mas da!, la banda de Jordi Évole dejó claro que siempre hay tiempo para las primeras veces. (Además de dedicar sus últimas palabras sobre el escenario a demostrar la sabiduría que también da la edad: "Nos vemos ahora en el bar de aquí al lado. Gracias, Madrid").