En la iglesia de Mazuela, en Burgos, hay un runrún constante estos días. Sus vecinos quieren restaurarla pero no tienen fondos suficientes para hacerlo. Por eso, han puesto un marcha una campaña de micromecenazgo para recaudar fondos.

Su caso, el de un pueblo unido para salvar su patrimonio, no es nuevo. Antes ya lo hicieron los nueve vecinos de Quintanilla de Riofresno, también en Burgos, para salvar su retablo. O lo que hicieron en Fuenteodra o en Valcabado, donde querían recuperar una iglesia del siglo XIV.

El precedente de otros pueblos les ha servido como empujón. Toda una red de vecinos conectados, dicen, por el 'efecto Quintanilla'. Ellos ya 'reinauguraron' su retablo. Ahora, en Mazuela, donde necesitan al menos 10.000 euros, llevan casi la mitad de su objetivo.