Es imposible haber crecido en los 80 y 90 y no soltar una lagrimita viendo las imágenes de aquella época.
Ese nudo en el estómago tiene un nombre. "La nostalgia es una emoción compleja que implica cierto sufrimiento. El sufrimiento de haber perdido algo que antes nos causaba bienestar", explica Lucía Camín, psicóloga sanitaria.
Generalmente, la infancia se recuerda como una época feliz. El cine y las series aprovechan la nostalgia con ideas muy parecidas o, directamente, con continuaciones de títulos de hace 30 años.
"Los 80 están más de moda que nunca cuando siempre han tenido esa etiqueta de hortera, ese rollo como rancio, pero ahora es como muy molón", añade Jorde Díaz, cocreador de 'Yo fui a EGB'.
Los que eran niños en los 80 tienen hijos ahora y quieren enseñarles cómo jugaban y qué veían de pequeños, así que les traspasan ese interés. Esta nueva generación acaba consumiendo lo mismo. "El problema es cuando la nostalgia se convierte en una necesidad", afirma otro de los creadores de 'Yo fui a EGB'
"Cuando miramos para atrás se produce este fenómeno de distorsionar un poco la realidad. No fue todo tan bonito", añade Lucía Camín.
La nostalgia no es nueva. 'Regreso al Futuro' es de las películas más ochenteras que hay y ella misma es una oda a los 50, la época en la que sus creadores eran niños. Ese niño interior es el que empuja a que los 80 y 90 se hayan convertido en negocio.
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