Y no es la única artista que aprovechó sus incursiones oníricas. Surrealistas como Dalí, basaron su obra en los estados alterados de la mente. En este cuadro pinta lo que él domina el auténtico monstruo crisalítico, una cabeza que duerme y se deshace en sus ensoñaciones. Un mundo que llevó incluso al cine, junto a Hitchcock, en 'Recuerda'.

La hipnagogia llevó incluso al avance en el campo de la ciencia. A Einstein se le ocurrió la relatividad durante un sueño. Edison dormía con con unas bolas de metal que le despertaban cuando se le caían de la mano, así, no llegaba a dormirse profundamente y era capaz de recordar lo soñado durante ese estado.

El M.I.T no quiere desaprovechar las oportunidades creativas que se abren en esta fase, por eso ha inventado este guante que monitoriza los estados del sueño. Una vez alcanzada la fase de hipnagogia, un robot susurra: "recuerda pensar en un conejo'', por ejemplo, y así van conduciendo la duermevela del sujeto. Así que si se encuentra en un bloqueo creativo, no le de muchas vueltas, mejor, coja la almohada y déjese llevar.