Que el Carnaval es algo absolutamente inherente a Cádiz lo sabe todo gaditano, todo andaluz y casi con toda probabilidad todo español. En invierno, Cádiz huele a tortillita de camarones y a Carnaval, en la calle, en las plazas, en los bares... y antes de que toda la ciudad se engalane y vista de fiesta, también en el Gran Falla. Todo buen amante del Carnaval anhela subirse a ese escenario para hacer gala de ese humor tan irónico y mordaz que va de la mano del Carnaval gaditano. Pero no todo el mundo lo consigue.

José Yélamo, no obstante, es más de los segundos que de los primeros. Porque el presentador de laSexta ha conseguido cumplir un sueño y participar en una de las chirigotas del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC), y ¡qué chirigota! Se reconoce "muy cansado" y estresado pero también "con el gusanillo". "Bajo todas las semanas a ensayar. Desde la última semana de septiembre he bajado todas, salvo la del puente de noviembre... Es un sacrificio muy grande. Es agotador... pero está mereciendo la pena. Y eso que sólo hemos cantado un día", asegura a laSexta.com el presentador de televisión y artista, siempre con la broma en la boca. "Me van a poner una placa en Renfe".

Lo cierto es que ser chirigotero viviendo en Madrid no es fácil, y precisamente esa es la razón por la que Yélamo no lo pudo hacer antes. "Soy nacido en Cádiz, pero mi vida me llevó a dejar la ciudad con 16 ó 17 años", recuerda, y tantos años viviendo "lejos" y las "obligaciones profesionales de lunes a viernes" son dos situaciones incompatibles con la vida del artista carnavalesco. "Hay que ensayar mucho, durante cuatro meses", explica. "Ahora llevo un año en laSexta Xplica, que es un programa semanal, y aunque se trabaja mucho está todo concentrado en torno al fin de semana", señala. Y ahí se le encendió la bombilla: ¿por qué no dedicar domingo, lunes y martes a ensayar? Aquí fue donde comenzó todo.

Soy un picao del Carnaval desde pequeño

José Yélamo, periodista de laSexta y chirigotero

Pero no todo depende de la voluntad de uno, más aún cuando una chirigota es un conjunto relativamente numeroso de artistas que se tienen que poner de acuerdo para sus ensayos. Es por eso que Yélamo agradece también la "generosidad de Antonio Álvarez", más conocido en el mundo del Carnaval de Cádiz como el Bizcocho: "Lo llamé en septiembre, le dije que soy un picao del Carnaval desde pequeño y que para mí sería un sueño... pero con mis limitaciones no podía ensayar todos los días", afirma. Sí podía hacerlo, no obstante, tres días a la semana. "Y él me abrió las puertas".

Vista del Gran Teatro Falla durante el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (COAC)

La participación de Yélamo en Los mi alma, el nombre con el que la chirigota del Bizcocho se presentó este año al COAC, dependía en gran medida de su grado de compromiso. "Me lo he tomado tan en serio que he estado yendo todas las semanas a ensayar a San José de la Rinconada (Sevilla). Todas las semanas me planto allí para estar al nivel", asegura, orgulloso. No sin el beneplácito y la ayuda de toda su familia y por supuesto de su mujer, Paula del Fraile, también periodista en laSexta. "Todos me han ayudado a cumplir este sueño". También su hija, que lo acompaña en la mayoría de sus viajes a Andalucía —"¡Qué mérito! Me está aguantando la pobre todos los viajes..."—.

El Bizcocho, el humor negro e inteligente y un amigo de confianza

El porqué del momento ya está explicado; el porqué de la chirigota, no tanto. Yélamo escogió la del Bizcocho por varias razones: "Primero, porque mi amigo Juanmi, al que quiero mucho, ya es integrante de la chirigota", explica. Él y "otras personas comunes" eran su nexo con el autor de la agrupación, del que ya tenía "muy buenas referencias, tanto a nivel personal como artístico". "El humor del Bizcocho es negro, tiene un doble sentido muy inteligente. Es lo que más me gusta de él, creo que es un balón de oxígeno para las chirigotas, necesitadas del tipo de humor que él hace", sostiene, orgulloso.

Los nexos personales y el tipo de humor son parte de la elección de su destino carnavalesco, pero también hay "una cosa práctica" detrás de todo esto. "Para mí sería imposible bajar a Cádiz todas las semanas", afirma. Las conexiones ferroviarias entre Madrid y Cádiz no son cómodas —los trenes no son tan frecuentes, no hay alta velocidad y el trayecto dura más de cuatro horas—, o al menos no tanto como lo son a Sevilla, donde ensaya la chirigota del Bizcocho. "La verdad es que su chirigota reunía todos los condicionantes y además me lo han puesto muy fácil", dice, agradecido.

Los ensayos siguen, a la espera de saber si pasan de fase

La actuación de Los mi alma fue de las primeras y desde entonces no ha tenido muchos rivales. El vídeo de la actuación en la fase de preliminares tiene cerca de medio millón de visualizaciones, y aunque no se conoce la puntuación oficial del jurado, todo parece tener buena pinta. Los que no conozcan elfuncionamiento de las puntuaciones del COAChan de saber que la valoración de los jueces es absolutamente secreta y no se conoce hasta que se cambie de fase: una vez que termine la preliminar se darán a conocer los nombres de las agrupaciones que pasan a cuartos de final, pero no los puntos obtenidos, aunque sí se darán a conocer los puntos de las agrupaciones que no pasen a la siguiente fase.

No obstante, a lo largo del COAC existen una serie de termómetros alternativos para ir viendo cómo van las clasificaciones. No son oficiales, y no siempre se ajustan a los criterios del jurado, pero pueden servir para medir cuáles son las más valoradas o las menos de cada edición. Y según los jurados no oficiales y alternativos de varios medios, Los mi alma tienen muchas posibilidades de pasar de fase: están entre los primeros en todas las valoraciones no oficiales del COAC.

 

Tiene sentido, ya que precisamente esa fue su estrategia: dado que cuando se pasa de preliminar a cuartos de final la puntuación no se arrastra (es decir, todas las agrupaciones que pasan a cuartos parten de 0 puntos), los hay que prefieren pasar esta primera fase cubriendo expediente para poder darlo todo en las siguientes fases. No es el caso de la chirigota del Bizcocho: "Nosotros pegamos fuerte en preliminares, y creo que hemos conseguido marcar la diferencia", sostiene Yélamo. ¿Por qué? Porque tienen "mucho repertorio", y no solo eso, sino que confían "mucho" en él. "Así que ahí estamos, con el gusanillo, intentando perfeccionar el repertorio para mantener el nivel".

El sábado 4 de febrero Yélamo, el Bizcocho, su amigo Juanmi y el resto de la chirigota sabrán si pasan o no de fase, pero lo que ya tiene este periodista gaditano es la reacción de la gente. "Estoy totalmente abrumado con el cariño que he recibido", afirma. Hasta ahora había gente que lo reconocía como periodista de la televisión, pero ahora le paran a pedir fotos por su papel como chirigotero. "Estamos en una nube... Hay gente que se ha tatuado hasta un fantasmita, o frases del repertorio... He visto también muñecos de los fantasmas y vídeos de niños flipando con la chirigota...", asegura, feliz. A la chirigota del Bizcocho ya le están saliendo contratos por toda España pero "lo mejor", afirma Yélamo, "aún está por llegar": "Sobre todo en la calle... porque estamos deseando salir a la calle".