Sabían que estaba allí, pero no su ubicación exacta ni su dimensión real. Las obras de un tramo de la autovía A-12 han hecho emerger unas 35 tumbas de un total de 90 que forman parte de una espectacular necrópolis perfectamente conservada que podría datar de entre el final de la Antigüedad tardía y las primeras fases de la Edad Media.
El hallazgo, que será clave para hacer un completo estudio antropológico de la época, se encuentra a escasos 400 metros del casco histórico del municipio riojano de Grañón y su alcalde, José Ignacio Castro, ha asegurado que para el pueblo ha supuesto un "caos": "Ha empezado a venir toda la gente, está muy apetecible venir a verlo porque hay un puente encima y se ven perfectamente por la parte de arriba"
La excavación de estas tumbas en fosa, que pertenecen tanto a adultos como a niños de diferentes edades, está “bastante avanzada”, según ha explicado el director de esta excavación, Luis Alberto Villanueva, porque “todos los trabajos previos de documentar las cubiertas de las tumbas ya están hechos”, ha precisado.
Enterramiento cristiano
Con los cuerpos bocarriba y orientados de este a oeste, se sabe que se trata de un enterramiento cristiano y ahora un grupo de profesionales llevará a cabo un arduo trabajo de análisis y documentación "para hacer un estudio antropológico", ha remarcado Villanueva.
"No vemos reaprovechamiento de las tumbas, es decir, las tumbas se han utilizado una sola vez, y hay alguna tumba múltiple, con más de un inhumado, así como tumbas con cabecera antropomorfa", ha detallado.
Una vez se excaven el casi centenar de tumbas localizadas, que se prevé podría tardar unas dos semanas, se completará la documentación, los trabajos de fotografía, topografía, fotogrametría y se levantarán los inhumados, que junto a los materiales encontrados asociados a los mismos se trasladarán al gabinete de la empresa “Antequem, arqueología y medio ambiente”, que trabaja desde hace un mes en esta excavación, previa realización del estudio del impacto ambiental y redacción del proyecto.
El trabajo "se completará con la colaboración con el departamento de Antropología de alguna universidad", aún por determinar, ha dicho.
Villanueva ha indicado que la localización de estas tumbas “no es ninguna sorpresa”, puesto que, de forma previa a la excavación, en 2013, se llevó a cabo “una campaña de sondeos”, por lo que se conoce la ubicación de estos restos desde ese año.