Ellen DeGeneres acaba de dar un nuevo paso para alejarse de las críticas en torno a las recientes acusaciones de explotación laboral por parte de sus trabajadores. Durante todo el mes de julio, medios como BuzzFeed o The Hollywood Reporter han publicado exclusivas que señalan a la presentadora, así como a la producción de su programa, por generar “un ambiente tóxico en el trabajo”. Al final, DeGeneres ha optado por la vía más drástica para alejarse de la polémica: presentar su dimisión en la cadena NBC.

Estas últimas informaciones, publicadas por el rotativo The Daily Mail, suponen el punto final a toda una cadena de acusaciones, denuncias y comparecencias del equipo de ‘The Ellen DeGeneres Show’. Ante la gravedad de algunos testimonios, los propios productores del programa salieron a pedir disculpas. “Estamos realmente desconsolados y lamentamos saber que incluso una persona de nuestra familia de producción ha tenido una experiencia negativa. No es lo que somos ni lo que nos esforzamos por ser", lamentaban Ed Glavin, Mary Connelly y Andy Lassner, productores ejecutivos de 'The Ellen DeGeneres Show', en una comparecencia el pasado 30 de julio.

“Lo de ser amable solo ocurre con las cámaras encendidas”

Los testimonios de los extrabajadores dejaban en muy mal lugar al programa. Uno de ellos, según contaba BuzzFeed, esgrimía que todo el ambiente de solidaridad mostrado era una mentira: “Esa mierda de ser amable solo ocurre cuando están las cámaras encendidas. Sé que dan dinero a la gente, pero es solo para aparentar".

El aluvión de críticas a DeGeneres llevó a la presentadora a escribir una carta abierta a su plantilla. En ella, se mostraba arrepentida por no haber logrado los propósitos con los que, según ella, había nacido su programa. "Le conté a todos en nuestra primera reunión que The Ellen DeGeneres Show sería un lugar de felicidad: nadie levantaría nunca la voz y todo el mundo sería tratado con respeto", escribía.

No obstante, en la misma misiva también se exculpaba de buena parte de los malos tratos que se habían dado en el programa, y apuntaba directamente a sus compañeros de producción: “Como hemos crecido exponencialmente, no he podido estar al tanto de todo y he confiado en que otros hagan su trabajo, ya que sabían que quería que lo hicieran. Claramente, algunos no lo hicieron”. Y continuaba: “Estoy aprendiendo que las personas que trabajan conmigo y para mí están hablando en mi nombre y tergiversan lo que soy. Y esto tiene que parar”.

Según algunos de los denunciantes, los directivos habrían despedido a varios trabajadores por solicitar bajas médicas o intentar absentarse para acudir a un funeral. A día de hoy, su programa está siendo investigado por Warner Media, la compañía que lo acoge.