Hace dos siglos el gran poeta inglés, Lord Byron, invitó a unos amigos a su casa a contar historias de miedo. Mary Shelley, la escritora de Frankenstein, estaba entre ellos. Todo ocurrió en unos misteriosos días en los que el volcán Tambora cubrió el cielo de nuestro planeta de cenizas. Fue ese extraño y frío verano y tras la noche de relatos cuando nació uno de los monstruos más famosos de la historia.

"Me hace gracia que la única que consiguió crear una historia que de verdad perduró fue la más joven del grupo", señala Miguel Ángel Delgado, comisario de la exposición 'Terror en el laboratorio'. Con sólo 19 años Mary Shelley creó a Frankenstein. Era la primera vez que el monstruo no surgía de la fantasía, Mary creó a la criatura con la tecnología humana.

Siguiendo el proceso creativo de Mary, escritores españoles han creado el proyecto 'Hijos de Mary Shelley': "Teníamos que tener nuestro monstruo propio, llamado 'Sirena negra', que suele dejar estremecido al público con su cántico letal".

Pasamos de la literatura al cine: "Por culpa de la película tendemos a llamar Frankenstein al monstruo, cuando el monstruo no tiene nombre en realidad", explica Delgado. Gruñidos, un caminar torpe, incluso un Frankenstein que pelea contra Godzilla. Nada que ver con la criatura culta y sensible que creó Mary Shelley.

Puestos a recrear al monstruo de una forma original nos quedamos con la psicodelia de 'The Rocky Horror Picture Show' y, por supuesto, con el humor de 'El Jovencito Frankenstein', que baile la criatura.