Los "costaleros de la democracia"

Las (des)memorias del rey Juan Carlos, o cómo Franco murió en la cama, pero el franquismo en la calle

¿Por qué es importante? Mientras el rey emérito se 'cuelga la medalla' en sus memorias de haber traído la democracia a España, se olvida de la presión ciudadana, los movimientos obreros y estudiantiles, la cultura o Torcuato Fernández-Miranda, su padre político e ideólogo de la Transición.

Mientras el rey emérito se 'cuelga la medalla' en sus memorias de haber traído la democracia a España, se olvida de la presión ciudadana, los movimientos obreros y estudiantiles, la cultura o Torcuato Fernández-Miranda, su padre político e ideólogo de la Transición.

"He dado la libertad a los españoles, instaurando la democracia". "He garantizado la democratización de mi país, rápida y pacíficamente...".  Con estas frases, entre otras, se atribuye el rey Juan Carlos en su libro algo más que una gran parte del éxito de la Transición.

Unas memorias a las que convendría añadirles el prefijo 'des-', pues dejan fuera la presión ciudadana. Lo que el histórico sindicalista Nicolás Sartorius, cofundador de CCOO e incansable luchador antifranquista, llama "los costaleros de la democracia".

Entre ellos, los movimientos obreros en los que participó el propio Sartorius, que vivió el 'Españoles, Franco ha muerto' desde la celda de una prisión en condiciones insalubres por hacer uso de un derecho que hoy protege la Constitución, pero que el franquismo consideraba un delito de sedición.

También los movimientos estudiantiles, sobre todo en la universidad, casi siempre quebradero de cabeza del dictador, donde Sartorius adquirió "la conciencia política de que estábamos sin libertades".

No podemos olvidar tampoco la cultura, desde los cines donde un joven Pancho Varona se dio sus primeros besos en la oscuridad porque el régimen veía mal hacerlo a la luz del día, que se convirtieron en símbolo del deseo de libertad y cambio, hasta los conciertos prohibidos en los que Lluis Llach cantaba en catalán "a ver cómo tirábamos la estaca (el dictador)", pasando por esos libros prohibidos como 'El Capital' de Karl Marx que la librería familiar que ahora regenta Aldo García vendía como 'best sellers'.

El arquitecto de la Transición

Todos ellos apretaron para que la dictadura terminara con Franco, mientras en las élites franquistas, una mano amiga muy desconocida, Torcuato Fernández-Miranda, tío abuelo del periodista Juan Fernández-Miranda, guiaba al rey hacia la democracia, facilitando un cambio legal para traer a la ley lo que ya estaba en la ciudadanía.

Porque, como recuerda el propio Nicolás Sartorius, "Franco murió en la cama, pero el franquismo en la calle".

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*Puedes ver el programa completo de laSexta Columna '20N: Franco murió en la cama. El franquismo en la calle' en atresplayer.