Fue él, Eduardo Gómez, quien se ganó, nos ganó a todos con sólo leer una línea del guion.

Genio y figura, el actor llegó a la profesión de casualidad. "No lo tenía pensado, no quería ser actor", contaba en 'En el aire' a Buenafuente en 2014.

Acompañó a un amigo a un cásting y le cogieron a él. "Se partía la caja todo el mundo y yo me preguntaba de qué coño se reían. Entonces, me dijeron si me importaría volver y les dije que si había dinero yo volvía", añadía.

Antes que actor, fue vendedor de enciclopedias y fue así como le conocimos en 'Aquí no hay quien viva'. Para siempre en el recuerdo queda su famosa frase: "Vamos a ver, ignorante de la vida".

Mariano Delgado, su personaje, se hizo un hueco en Desengaño 21, le escuchamos en las ondas con 'El loco de la portería', regateó a sus vecinos las uvas de Nochevieja y hasta dio las campanadas.

Aunque aquella loca comunidad no fue en la primera en la que vivió.

Desde ahora, en los archivos del cine y la tele, y en la memoria de los espectadores, se queda grabado el humor de aquel actor que nos hizo a todos, ser un poco menos ignorantes de vida.