El deán de la Catedral de Toledo, Juan Miguel Ferrer, ha explicado que el error del Cabildo sobre el videoclip de C.Tangana y Nathy Peluso fue no estar presente en la grabación y no hacer "advertencias" sobre algunas imágenes que han provocado "el escándalo de algunas personas", y que ha presentado su dimisión como una manera "elegante" de "facilitar que todo se solucione".
El deán ha asistido este martes a los actos castrenses de la patrona de la Guardia Civil en Toledo y, al finalizar, ha respondido preguntas de los periodistas sobre el polémico vídeo 'Ateo' grabado en la Catedral Primada. Ha hablado sobre las discrepancias de opiniones entre él y el arzobispo, la dimisión que ha presentado, lo que ha cobrado la Catedral por la grabación y cómo se encuentra él personalmente. De hecho, a la misma hora en que se estaba desarrollando el acto de la Guardia Civil ha llegado el comunicado de prensa del Arzobispado de Toledo informando de la dimisión del deán, cuyo mandato -de cinco años- vencía el 5 de noviembre y que Ferrer ha querido adelantar.
El deán ha dicho a los periodistas que hay "cordialidad y sintonía" entre el arzobispo, Francisco Cerro Chaves, y él, pero ha admitido que hubo "fallos de comunicación" teniendo en cuenta los dos comunicados que se difundieron con pocas horas de diferencia el viernes: el del deán justificando la grabación y el del arzobispo lamentando y pidiendo perdón. "He de reconocer que hemos tenido fallos de comunicación, pero eso ha sido lo de menos. Digo lo de menos aunque también ha colaborado, a lo mejor, a que la cosa se complicase", ha dicho el deán, quien ha deseado que ahora vuelva la "normalidad después de todo este doloroso incidente".
Ha precisado que la Catedral ha cobrado 15.000 euros por la grabación del videoclip y en este sentido ha dicho que siempre se cobra un dinero cuando la grabación tiene un fin comercial, y "desde hace años" esa cantidad va a obras sociales de la Catedral (como en este caso) o a un fin específico cultural si se especifica así. Juan Miguel Ferrer ha dicho que no se retracta del comunicado inicial que difundió el pasado viernes, porque "lo que tratábamos de decir era verdad y lo que explicábamos eran las razones por las que se dio el permiso", pero ha asumido el "error" de que cuando se grabó "no había nadie que nos representara y no se pudo hacer advertencias" sobre algunas "cosas" que luego "han provocado el escándalo de algunas personas".
"Bien, esto se tenía que haber evitado, fue un fallo", ha subrayado el deán quien ha reconocido que personalmente no le ha afectado "tanto" la polémica, aunque "a nadie le agrada que le pongan verde", pero le ha dolido por sus padres, que son ancianos. "Yo admito toda crítica y reconozco que me puedo equivocar e incluso hacer mal, espero que sin querer, pero cuando me corrigen también me gusta que me corrijan con un poco de caridad y respeto. Pero bueno, ya digo, esto es para mí agua pasada, las críticas que me han hecho. Lo que quiero es que ahora todo el mundo esté sereno, viva en paz, no haya rencores o tensiones entre unos y otros", ha manifestado.
Ha añadido que, a su juicio, lo que buscan todas las personas de buena voluntad, desde la música o desde la oración, es "hacer bien a la gente" y ha reflexionado: "Espero que después de todo este dolor y esta polémica todos nos esforcemos, cada día más, yo el primero, por trabajar por hacer bien unos a otros". También ha dejado claro que "normalmente" este tipo de grabaciones de vídeos en la Catedral no se comunican al arzobispo, algo que "puede ser otro fallo", y en este sentido ha apoyado lo que ha planteado el arzobispo de mejorar los protocolos para "pedir siempre el visto bueno del Arzobispado para este tipo de actos que se salen de lo normal".
Porque la Catedral tiene una normativa "muy precisa", por ejemplo, para los conciertos en su interior, pero para la grabación de videoclips "no teníamos una normativa, excepto la interna del Cabildo, que se ha ido haciendo un poco sobre la marcha", algo que "evidentemente no ha jugado a favor nuestro". Ante toda esta situación, y sabiendo que quedaba poco para terminar su mandato, el deán ha tomado la decisión de dimitir -que será efectiva este sábado 16 de octubre- porque le ha parecido "una manera elegante de facilitar que todo se solucione" y una forma de no seguir "estirando" la polémica, ha dicho. En varias ocasiones en sus declaraciones a los periodistas Juan Miguel Ferrer, que seguirá siendo canónigo y profesor, entre otras responsabilidades, ha calificado la situación de "dolorosa" y ha dicho acerca de esta "crisis" que "se podía haber evitado.
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