Del capullo a la blusa de seda: así es la alquimia de una de las telas más lujosas y delicadas

Durante siglos, los artesanos chinos guardaron en secreto el origen de la seda. Hoy todavía sigue siendo un gran misterio para la mayoría. Sabemos que viene del capullo y del gusano de seda pero, ¿cómo se saca la seda? Ahora una exposición del Museo de la Seda de Valencia en la Real Fábrica de Tapices de la ciudad recoge su historia y su legado... y desvela el gran misterio de cómo se extrae este hilo tan preciado.

Para saber cómo se obtiene el hilo de seda hay que entender cómo forman los gusanos de seda sus capullos: "Empiezan a segregar las dos sustancias que, unidas, conforman la seda", explica Alicia Enguidanos, del Colegio del Arte Mayor de la Seda. Al calentarse con agua caliente, quedan solo unas fibras, un hilillo que se introduce en una rueca... Y a dar vueltas hasta formar la madeja.

De cada capullo, apunta Alicia, salen 1.000 metros de hilo. Unos hilos que, en Valencia, empezaron a fabricarse a partir de 1479. El Gremio de la Seda de la capital del Turia se convirtió en su principal manufacturador en España. Esta exposición trata ahora de dar difusión a toda esa historia y legado, además de visibilidad a todo el conocimiento y el saber hacer de personas como Alicia. Ella se encarga de transmitir esta técnica desde el Museo de la Seda de València, centro que alberga piezas valiosas como capullos formados hace más de trescientos años.

La muestra pretende reflejar también la importancia que adquirió el cultivo de la morera en el mundo rural valenciano en el periodo comprendido entre los siglos XV y XX, así como el extraordinario desarrollo que experimentó la producción de tejidos de seda en la ciudad de Valencia, culminando en el periodo de esplendor que se produjo en el siglo XVIII, detallan desde la Ral Fábrica de Tapices..

El destino de la seda

De su dificultad de extracción y producción sabemos que la seda es un material caro, y su uso se destinaba a los vestidos que la nobleza valenciana vestía, también expuestos en la muestra. Todas las piezas que componen esta exposición son auténticas joyas de la sedería valenciana y muestran distinta técnicas y laboriosos dibujos. Una de esas técnicas es el espolín, la excelencia de la sedería valenciana. Estos vestidos abrieron la moda de aquel entonces a nuevos patrones y diseños que competían con los de las fábricas francesas e italianas. Hoy se han convertido en piezas de museo y con un origen un poco menos misterioso.

La muestra estará abierta al público hasta el próximo 20 de julio.