Lasobras NFT se consolidan en ARCO, la gran cita con el mundo del arte en España. Se trata de una tecnología que permite registrar la autenticidad y la propiedad de un archivo digital (Non Fungible Token) y esas piezas se alojan en el blockchain, el mismo espacio que da soporte a las criptomonedas.

Prueba de ello es la obra de Solimán Pérez: un aceite que contiene moléculas de ADN y que reúne dos mundos económicos que hasta ahora estaban separados: la agricultura y las criptomonedas. El artista explica que la agricultura, que es la economía más antigua de la humanidad, se mezcla con una nueva economía emergente, futurista y real: las criptomonedas.

Él fue el primer artista que vendió una obra NFT en Arco en la pasada edición y que repite con esta propuesta. "Si envías aceite al laboratorio, es capaz de reconstruir el archivo digital", explica. Se trata de un archivo que contiene una obra virtual. Solimán defiende un formato que se ha consolidado en esta edición.

"Esto no es pura especulación, forma parte de un discurso artístico que viene ya de décadas", señala. Son cuatro las galerías que presentan obras NFT. Tal y como recogen las imágenes, existe la posibilidad de perforar con un lápiz la escultura virtual de la artista Amparo Sard. ¿El objetivo? Dar veracidad a un archivo digital para hacer que el espectador pueda sentir más.

El galerista Fernando Padilla, también ha apostado por este formato porque cree que es el futuro. "En el futuro todo va a ser digital, de alguna manera en Europa la gente es más tradicional, más conservadora", señala.

Solimán asegura que el arte digital lleva desde los años 60 pero, entonces, no había forma de materializar su venta. Desde ARCO defienden su presencia. Maribel López, directora de la feria, recalca la idea de que una obra digital garantice su autenticidad a través de esta tecnología. "Es una cosa muy buena para esa seguridad de lo digital", añade. Lo digital en el arte ha llegado para quedarse.