Alejandro Sanz vuelve a los escenarios y lo hace de forma oficial este viernes con "No tengo nada", el primer single de su próximo álbum "El Disco" que se publicará a mediados del próximo año. Hasta entonces, el cantante ofrecerá cuatro conciertos en España y, en su regreso, el cantante madrileño no solo ha hablado de música.
"Todo molesta a todo el mundo, todo el mundo está enfadado". Así ha comenzado el cantante madrileño su respuesta al ser preguntado por el estado de la libertad de expresión en España. "Jamás metería a nadie en prisión por decir o hacer una broma", ha zanjado.
Sanz ha opinado sobre lo que está ocurriendo últimamente en España, con la declaración de Dani Mateo en los juzgados de Plaza de Castilla como último y sangrante ejemplo.
¿Las canciones ofenden? "Muchas canciones no se hubieran escrito jamás si tuvieran que pasar la censura de ahora", ha añadido tajante Sanz.
"Un extremo y el otro están mal", ha insistido el cantante, que ha defendido que la cultura debe "crear emociones", sean las que sean.
No solo la libertad de expresión ha sido uno de los grandes temas del año. El diccionario Oxford dijo que "tóxico" era la palabra que mejor definía 2018. Ante esto, Sanz ha abogado por "tomarse las cosas con más naturalidad. Es importante convivir y coexistir".
Tranquilo y reflexivo, el cantante se ha mostrado poco proclive a esa toxicidad y ha abogado más por la comunidad. "Todos tenemos que empezar a abrazarnos más y dejarnos de tanta confrontación", ha insistido Sanz, quien ha concluido que la verdad "seguramente esté en algún punto en medio de tu opinión y la mía".
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