La forma de la vida en otros mundos puede ser púrpura, según sugiere una nueva investigación que atribuye este tono a los primeros mciroorganismos en la Tierra.

El trabajo, publicado en el 'International Journal of Astrobiology', argumenta que antes de que las plantas verdes comenzaran a aprovechar el poder del sol para obtener energía, prosperaron diminutos organismos de color púrpura con otra forma de hacer lo mismo.

La vida extraterrestre podría prosperar de la misma manera, afirma Shiladitya DasSarma, microbióloga de la Universidad de Maryland, autora principal del estudio. "Los astrónomos han descubierto miles de nuevos planetas extrasolares y están desarrollando la capacidad de ver biofirmas superficiales en la luz reflejada en estos planetas", dijo DasSarma a 'Live Science'.

Ya hay formas de detectar vida verde desde el espacio, dijo, pero los científicos podrían necesitar empezar a buscar el color morado también. Su idea es la siguiente: las plantas y las algas que hacen la fotosíntesis utilizan la clorofila para absorber la energía del sol, pero no absorben la luz verde. Eso es extraño, porque la luz verde es rica en energía.

DasSarma y sus colegas consideran que algo más ya estaba usando esa parte del espectro cuando evolucionaron los fotosintetizadores de clorofila. Ese "algo más" serían organismos simples que capturaban energía solar con una molécula llamada retinal.

Los pigmentos retinales absorben mejor la luz verde. No son tan eficientes como las clorofilas para capturar energía solar, pero son más simples. La recolección de luz con retinal todavía está muy difundida hoy en día entre las bacterias y los organismos unicelulares llamados Archaea. Estos organismos morados se han descubierto en todas partes, desde los océanos hasta el valle seco de la Antártida y la superficie de las hojas, dijo el coautor Edward Schwieterman, de la Universidad de California Riverside.

Los pigmentos retinianos también se encuentran en el sistema visual de animales más complejos. La aparición de los pigmentos en muchos organismos vivos sugiere que pueden haber evolucionado muy temprano, en ancestros comunes a muchas ramas del árbol de la vida, escribieron los investigadores.

Incluso hay algunas pruebas de que los organismos modernos que aman la sal y pigmentados de púrpura, llamados halófilos, podrían estar relacionados con algunas de las vidas más tempranas de la Tierra, que prosperaron alrededor de los respiraderos de metano en el océano, dijo Schwieterman.