La vacuna del COVID ha acelerado la investigación para poder tener una vacuna contra el cáncer. Las grandes farmacéuticas están replicando la tecnología de ARN mensajero para atacar los tumores, y están teniendo buenos resultados en distintos tipos de cáncer.

De hecho, los fundadores de BioNTech ya han anunciado que podrían tenerla lista para antes de 2030. De esta forma, parece que el éxito del ARN mensajero, la tecnología con la que se crearon las primeras vacunas contra el coronavirus, nos aproxima más a una vacuna contra esta enfermedad.

"Antes de hacer las vacunas de coronavirus ya estaban trabajando en vacunas frente a tumores. Cuando apareció la pandemia decidieron estudiar cómo se podía aplicar esa tecnología a eliminar un virus", explica Isabel Sola, codirectora del laboratorio coronavirus del CSIC.

Por su parte, el divulgador científico Josep Corbella ha avanzado que ya se han realizado varios ensayos. "En este momento BioNTech ya tiene ensayos clínicos en fase dos, bastante avanzados, para melanoma, colorrectal y cáncer oral".

En el caso, por ejemplo, del cáncer de melanoma se ha comenzado a estudiar con voluntarios que ya habían tenido que ser intervenidos por un tumor. Una vacuna que no se utilizaría para prevenir, "sino para tratar a personas que ya tienen cáncer", asegura Josep.

Contra el melanoma, la inoculación se está probando en la dermis, tejido que hay justo bajo la capa de piel visible. "La administración intradérmica es más localizada y permite estar más cerca de donde estarían los tumores", indica Isabel.

Una nueva esperanza para la que todavía habrá que esperar, y es que, antes de lograr la autorización, los ensayos tendrán que pasar por una tercera fase, probando su seguridad y eficacia en un mayor número de personas.