Plantas y temperatura
¿Puede realmente tener plantas en casa bajar la temperatura y hacer más llevadero el verano?
¿Tener plantas en casa puede ayudarte a sobrellevar mejor el calor del verano? La respuesta no es tan obvia como parece... y tiene más que ver con ciencia que con decoración.

Con la llegada del verano y las temperaturas en aumento, muchas personas buscan formas innovadoras y sostenibles de mantener sus hogares frescos. Es una tendencia natural en esta estación, pero más acusada cuando llega una ola de calor. Entre ventiladores, juego de persianas bajadas y ropa fresca surge la idea de refrescar a base de plantas. Pero, ¿puede realmente tener plantas en casa ayudarnos a bajar la temperatura y hacer más llevadero el verano?
Las plantas, grandes aliadas en los hogares
Más allá de por su valor estético, está comprobado que tener plantas en casa resulta muy beneficioso. Contar con ellas dentro de nuestro hogar ayuda a regular el estado de ánimo y aporta bienestar, ya que contribuyen a crear ambientes más agradables, naturales y saludables. Además, algunas investigaciones sugieren incluso que cuidar de ellas puede disminuir los niveles de ansiedad y fomentar rutinas más conscientes y tranquilas.
Por otro lado, las plantas son grandes aliadas físicas en el hogar. Ayudan a purificar el aire de ciertos contaminantes, aumentan la humedad ambiental y reducen la sensación de sequedad, especialmente útil en climas calurosos o con poca ventilación. Pero, ¿logran disminuir la temperatura del hogar?
¿Puede tener plantas en casa bajar la temperatura?
Si se colocan de manera estratégica, como cerca de las ventanas, las plantas pueden bloquear la luz solar directa y contribuir a refrescar el interior. También pueden aumentar ligeramente la humedad de una habitación, pero lo cierto es que las plantas realmente no pueden ayudarnos a bajar la temperatura y hacer más llevadero el verano.
Y no se trata de una cuestión de cantidad, ya que algunos estudios realizados con una elevada cantidad de plantas dentro de una casa apuntaba que como mucho se había apreciado un descenso de 0'5 grados en la temperatura ambiental. Pero entonces, ¿por qué en los espacios abiertos con plantas si notamos mayor frescor?
Cuando las plantas están en espacios abiertos, refrescan el ambiente gracias a un proceso físico llamado transpiración. A través de los estomas de sus hojas, liberan vapor de agua que se difunde en la atmósfera. Este proceso, conocido como evapotranspiración, absorbe calor del entorno, lo que produce un enfriamiento natural del aire. Tanto es así, que algunos estudios en climatología urbana estiman que este efecto puede reducir la temperatura entre 1 °C y 4 °C en áreas con cobertura vegetal densa, como parques o calles arboladas, frente a superficies urbanas selladas como asfalto o concreto.
En espacios interiores, las plantas también participan en este proceso, pero su efecto térmico es considerablemente más modesto. Una planta de interior libera poca cantidad de vapor, y el volumen de aire en una habitación es mucho menor que en el exterior. Aunque sí pueden elevar ligeramente la humedad relativa, lo cual puede mejorar la sensación térmica, no enfrían el aire de forma significativa. Es decir, el mismo proceso físico ocurre, pero en menor medida, por lo que el impacto en la temperatura es casi imperceptible.
Aun así, cuando se combinan con estrategias pasivas como la ventilación cruzada, el uso de textiles y materiales frescos dentro de los hogares, la protección solar o la presencia de materiales de baja inercia térmica, las plantas pueden desempeñar un papel complementario en la mejora del confort térmico interior.