No existe el elixir de la eterna juventud. No, según la ciencia. Que fija el máximo que puede vivir una persona en 122 años. Es la edad que tenía la francesa Jeanne Calmant, la persona más longeva de la historia y que murió con esa edad en 1997.
Según un estudio publicado en la revista 'Nature', la vida humana tiene un límite natural y nunca podremos superarlo. Y todo a pesar del aumento de la esperanza de vida y los avances de la ciencia y la medicina. No importa lo que nos cuidemos, porque nuestros cuerpos se desgastan. Es, dicen, un "envejecimiento programado".
Y para llegar a esta conclusión, los expertos analizaron las estadísticas demográficas de países desarrollados como EEUU, Reino Unido, Francia y Japón. Vieron que nadie vivió más de 122 años y establecieron que ese es el límite natural de mortalidad.
Dicen que a lo mejor es una adaptación evolutiva aunque dejan, eso sí, una ventana abierta a la esperanza. Se puede vivir más de 122 años, la probabilidad es de 1 entre 10.000. Al menos, por ahora, no tenemos la tecnología suficiente.
Pero tal vez el límite natural se pueda superar si se hace un descubrimiento que nos permita retrasar ese "envejecimiento programado".