La imagen de Julian Assange enfermo en prisión no es real, Angela Merkel nunca ha compartido un helado con Barack Obama, y Donald Trump y Putin no han chocado sus puños. Estas imágenes, que parecen reales, han sido creadas con inteligencia artificial generativa de imágenes, que puede fabricar imágenes y mostrarlas como si fuesen reales.

En este sentido, Alicia Troncoso, presidenta de la Asociación Española de Inteligencia Artificial, afirma que "si la técnica de inteligencia artificial está bien desarrollada, puede ser muy difícil la identificación por parte de una persona de si ha sido generada por una máquina o no".

Se tratan de imágenes que inventan el presente y hasta un pasado que jamás sucedió, como un falso terremoto fechado en 2001 en Oregón. Nada de lo que aparece en esas imágenes, que puedes ver en el vídeo principal que acompaña a esta noticia, es real. La tecnología que ha servido para generar esta realidad paralela está en el punto de mira.

Para Miguel Ángel Román, cofundador del Instituto de Inteligencia Artificial, "lo que hay que regular es el caso, y el caso aquí es generar imágenes falsas haciendo parecer que son reales".

La misma empresa que ha creado esta tecnología desarrolla ahora un producto para verificar si las imágenes son reales o inventadas. "Me voy del mundo de la inteligencia artificial al de la seguridad: empresas que creaban virus ellas mismas creaban el antivirus", señala Alicia Troncoso.

La inteligencia artificial generativa de imágenes ha obtenido 155 puntos en un test de coeficiente intelectual, y una persona con más de 130 una persona se considera superdotada. "Todas las herramientas que conocemos ahora para detectar qué imágenes son falsas conforme vaya avanzando la tecnología cada vez serán más difíciles de distinguir", advierte Miguel Ángel Román.

Todo esto en un sector que apenas tiene legislación. Por ello, la Unión Europa trabaja ahora en un reglamento pionero que regulará la Inteligencia Artificial, aunque todavía está pendiente de aplicar. La presidenta de la Asociación Española de Inteligencia Artificial reconoce al respecto que "es cierto que la parte jurídica siempre va por detrás del desarrollo tecnológico", aunque recuerda que "pasó lo mismo con la protección de datos".

Mientras la reglas del juego se definen, los expertos recomiendan que seamos precavidos. Y es que ninguna de estas imágenes ha pasado por el filtro de la verdad.