Es la joya de la flota oceanográfica española: se trata del buque Ángeles Alvariño, perteneciente al Instituto Español de Oceanografía, y al que laSexta ha podido acceder en exclusiva.

Hacía muchos años que un medio de comunicación no accedía al barco, ya que se encuentra continuamente de campaña. Lo que hace tan especial al Ángeles Alvariño es un robot que se transforma en los ojos y los brazos de la ciencia en el fondo del mar, ya que puede bajar a una profundidad de 2.000 metros y permitir tomar muestras imposibles de otra manera.

El momento del descenso es la clave, ya que nada puede fallar. Una vez abajo, los tres técnicos y un científico que lo operan ven con toda nitidez las profundidades marinas. En su puesto pasan doce horas seguidas, controlando todo lo que encuentran en el fondo del mar.

Mientras todo esto ocurre en la cubierta del buque oceanográfico, en el puente de mando está Antonio Álvarez, el capitán. Él cuida que no haya contratiempos, aunque quita hierro a su tarea: "Aquí el que manda es el jefe de campaña, yo soy un taxista", dice divertido a los micrófonos de esta cadena.

Su humildad no oculta el orgullo que le supone estar al frente del Ángeles Alvariño y tripularlo campaña tras campaña.