Un recorrido por el mundo del rally

Probamos auténticos coches de competición clásicos

Nos ponemos a los mandos de auténticos coches de competición clásicos. Desde el BMW 325 E36, pasando por el Alpine A110, hasta Seat Ibiza Kit Car.

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Hay ocasiones especiales que te hacen sentir un cosquilleo en el estómago. Situaciones en las que te invade el deseo de hacerlo todo bien, de que nada falle... Nervios que vives antes de subirte a un coche de competición, a piezas únicas como el Osca. Un Fórmula 1 construido después de la II Guerra Mundial por los hermanos Maserati que te descubre lo valientes que eran los pilotos de aquella época.

Eran otros tiempos cuando BMW fabricó el 325 E36, un coche muy popular hoy en día en los circuitos y que, nuestro compañero Álvaro, tuvo que pilotar en el Trofeo 325 Emotions, un reto nada fácil para un debutante. "La situación es similar a cuando haces un examen: por un lado, estás contento, porque cuando lo pases serás libre y la tensión desparecerá. Pero, por otro lado, no dejas de tener ese sentimiento de preocupación en todo momento", decía después de ponerse a los mandos de esta 'máquina'.

Coches de competición clásicos
Coches de competición clásicos | Centímetros Cúbicos

Conducir clásicos de carreras infunde respeto. A nuestro presentador del programa le tocó medirse frente a un batallón de ellos en una carrera de 24 horas en el Circuito Ascari al volante del BMW 318is E30. Menos mal que tenía muy clara la técnica: "No se trata de ir deprisa, sino de tener ritmo, de ser muy regular", comentaba.

En Centímetros Cúbicos, en cuanto podemos, nos enfundamos de nuevo el mono de competición. La adrenalina de las carreras es adictiva. Por eso Fernando Gómez, director del programa, se inscribió en el Rally de Montecarlo Histórico con el equipo Seat y un 1430 FU1600, cuarenta años después de que ese coche corriese por complicados tramos de los Alpes marítimos.

Coches de competición clásicos
Coches de competición clásicos | Centímetros Cúbicos

Otra leyenda de los rally es, sin lugar a dudas, el Alpine A110 y también ha pasado por nuestras manos. Nadie dijo que subirse a una máquina así y domarla sería fácil. Simplemente, el hecho de acceder al habitáculo ya es complicado por lo próximo que se encuentra al asfalto.

Casi de ciencia ficción eran las gestas que consiguió el Seat 124 Grupo 4. Tuvimos la ocasión de experimentar las sensaciones de conducir un coche tan especial, que llevó al tercer y cuarto puesto a Zanini y Cañellas en el Montecarlo del año 1977. Esta berlina familiar arrasó a todos los favoritos de los rally de la época. Este logro supuso a Seat ganarse el respeto internacional del resto de marcas que competían en el campeonato. Sin duda, un 'niño humilde de barrio' que había conseguido codearse con los grandes.

Coches de competición clásicos
Coches de competición clásicos | Centímetros Cúbicos

Sin embargo, para que un coche de carreras se convierta en leyenda, antes tiene que haber triunfado en su especialidad. Es el caso del Ibiza Kit Car, que se convirtió en un modelo imbatible en los tramos del Mundial de Rallyes de los años 1996, 1997 y 1998. En una categoría que parecía hecha a su medida: la de dos ruedas motrices. Pero la historia del Seat Ibiza en competición empezó antes de la llegada del Kit Car. Todo comenzó con la Copa Ibiza y el Ibiza Grupo B, un auténtico coche de carreras con el que corrimos el Rally Costa Brava de coches históricos.

Unos coches que han marcado época. Auténticas referencias que han saboreado la gloria. Algunos viven una segunda juventud y siguen preparados para seguir devorando kilómetros y demostrar por qué son irrepetibles. Máquinas que dejan huella a todo el que tenga la fortuna de poder conducirlas.

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