NO, NO PUEDES.
¿Puedo lavar el motor con la manguera del lavadero a presión?
La tentación de darle un manguerazo al motor puede ser fuertecilla una vez estás en el lavadero, pero puede salirte cara.

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Estás en el lavadero, con la pistola a presión en la mano, y ves el motor de tu coche lleno de grasa, polvo y porquería varia. Parece un vertedero en miniatura, y te entra el gusanillo: “¿Y si le meto un buen chorro y lo dejo como nuevo?”. La idea suena genial: rápido, fácil y con ese gustillo de ver el agua arrasar la suciedad. Pero, amigo, antes de lanzarte de cabeza, párate un segundo, porque usar la manguera a presión en el motor puede ser un billete directo a un problema gordo.
No es que el motor sea alérgico al agua, pero esa presión brutal que tan bien quita la mugre de las llantas puede colarse donde no debe. Hay cables, conectores, sensores y piezas eléctricas que no llevan bien un baño a lo bestia. Si el agua entra en los sitios equivocados, te arriesgas a cortocircuitos, fallos raros o que el coche directamente no arranque. Así que, aunque la tentación esté ahí, mejor no juegues a la ruleta rusa con algo que te puede dejar tirado y con una factura del taller en la mano.
Por qué no es tan buena idea
El motor no es un bloque de acero a prueba de todo. Debajo del capó hay un montón de componentes delicados: la centralita, los conectores de los sensores, la batería, el alternador… Todos llevan electricidad, y el agua a presión puede meterse en las juntas, empapar cables o incluso arrancar algún sellado. En los coches modernos, que están llenos de electrónica, un chorro mal dado puede freír algo caro. Imagínate: le das caña con la manguera, el coche no enciende y luego te dicen que hay que cambiar un sensor o secar la centralita. Un mal rato que te podrías ahorrar.
Y no es solo lo eléctrico. La presión puede soltar latiguillos, meter agua en el filtro del aire o estropear el sistema de admisión. Si el motor aspira agua por error, te metes en un lío de los gordos, tipo hydrolock, que es cuando el motor intenta tragar tragar agua y se para en seco. Eso ya no es un “la has liado, pollito”, sino un palo de cientos de euros. Así que, aunque el lavadero a presión sea la bomba para la carrocería, con el motor es mejor no tentar a la suerte.
¿Entonces cómo lo limpio?

Vale, el motor está hecho un asco y quieres dejarlo decente, pero sin jugártela. Hay formas más seguras que no necesitan un manguerazo salvaje. Lo primero, déjalo frío: si está caliente, el agua puede rajar alguna pieza por el cambio de temperatura. Coge un trapo húmedo y un desengrasante suave (de los que venden para motores, no el quitamanchas de la cocina) y ponte a frotar las zonas más guarras. Para los huecos estrechos, un cepillo de cerdas blandas va de lujo. Es más trabajo, pero no te la juegas.
Si quieres algo más potente, usa un spray limpiador específico para motores, de esos que echas, dejas actuar y luego quitas con un paño. Algunos hasta se enjuagan con agua, pero con cuidado: un cubo o una botella con un chorro suave, nada de presión. Y antes de empezar, tapa con bolsas de plástico la batería, el alternador y cualquier conector que veas suelto. Así controlas dónde va el agua y no te llevas sorpresas. Acaba secando todo bien con un trapo o aire comprimido si tienes, y listo: motor limpio sin dramas.
Qué pasa si te pasas de listo
Si te empeñas en la manguera a presión y la lías, no esperes que el coche te avise con una palmadita. Puede arrancar bien al principio y luego dar fallos raros: luces en el salpicadero, tirones o que no pasa de 2.000 vueltas. Un sensor mojado te puede costar 50-100 euros cambiarlo, pero si el agua llega a la centralita o el alternador, la broma se va a 300-500 euros fácil. Y si metes agua en el motor por la admisión (que vale que tiene que ser mucha), prepárate para una avería de las que duelen: arreglar un hidrobloqueo puede superar los 1.000 euros, según el destrozo, porque puedes reventar el motor.
Pasa más de lo que crees, sobre todo con los que piensan que “total, es solo agua”. No es solo agua: es agua a presión colándose donde no debe en un sitio lleno de piezas que no están para baños improvisados.
El veredicto: mejor no te la juegues
¿Se puede lavar el motor con la manguera del lavadero a presión? Técnicamente sí, pero es como jugar a la lotería con tu coche: puedes salir bien parado o llevarte un disgusto de campeonato. Si te mueres por usar agua, hazlo con una manguera normal, a baja presión y con mucho cuidado, tapando lo sensible. Pero, vamos, para qué arriesgarse si con un trapo, un spray y un rato de paciencia lo dejas niquelado sin jugártela.
Así que nada de heroicidades en el lavadero. El motor no es la carrocería: no aguanta lo mismo ni se limpia igual. Hazlo a la vieja usanza, con calma. Que no te pase como a tantos, que por un ataque agudo de limpieza acaban con el coche en el taller y la cuenta bancaria en rojo. Un poco de sentido común y a rodar tranquilo.
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