Nos ponemos al volante del Honda CR-V con una motorización híbrida autorrecargable de 184 caballos

Hondasabe que el futuro pasa por la electrificación. Por ello, para los próximos seis años planea invertir más de 46.000 millones de euros para investigar, desarrollar e implementar esa tecnología en sus vehículos. Para 2030, el 40% de sus ventas a nivel mundial estarán compuestas por vehículos eléctricos de baterías y pila de combustible.

Reducir las emisiones de sus modelos es uno de los objetivos del fabricante japonés. Por eso, Honda lleva invirtiendo décadas en tecnologías alternativas, como la híbrida. El primer SUV de la firma en incorporarla en nuestro país fue este, el CR-V, que ha recibido una nueva actualización, sumándose a la familia e:technology. Esta semana en CC nos hemos puesto al volante del Honda CR-V, un modelo que ya de por sí era muy completo y con un sistema de hibridación único en su segmento.

Este CR-V sólo está disponible con una motorización híbrida autorrecargable de 184 caballos, producto de un motor de gasolina y dos eléctricos, con la posibilidad de enviar la potencia a las ruedas delanteras o a las cuatro. Pero, su sistema híbrido, denominado i-MMD, no es el habitual en estos modelos. Al iniciar la marcha, lo haremos en modo cien por cien eléctrico, con el motor térmico apagado siempre y cuando mantengamos a raya a nuestro pie derecho, sin acelerar en exceso. Si demandamos más potencia, como es lógico, la parte de combustión arrancará, pero no para mover las ruedas, sino para generar electricidad que se redirige hacia los motores eléctricos, para reducir al máximo las emisiones y el consumo.

En entornos urbanos los consumos serán muy bajos, aunque en ciclo combinado homologa 6,6 litros a los 100, según el ciclo WLTP. Cifra que no está nada mal para un SUV de más de 4,5 metros de largo.

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