NO ES SUV, ES MEJOR
Fabricado en Madrid, con diseño coupé y alto como un SUV, es el compacto más versátil del mercado
Citroën ha lanzado un SUV que es más sedán hinchado que otra cosa. Es cómodo, versátil, y asequible. Puro coche francés.

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Citroën lo ha vuelto a hacer, pero esta vez no hablamos de volver a romper moldes como con el DS original o de regalarle suspensión neumática a medio continente. Esta vez, lo que han hecho ha sido darle una vuelta a su C4, ese compacto con nombre de explosivo que lleva años buscando su sitio entre tanto SUV plastificado, y que ahora, atención, parece que lo ha encontrado.
El ovni francés se disfraza de crossover
Ya no es ni berlina ni SUV ni compacto de toda la vida.El nuevo C4 es como ese colega que un día aparece con zapatillas de trail, vaqueros pitillo y chaqueta vintage. No sabes muy bien qué estilo lleva, pero lo cierto es que algo tiene que te hace mirarlo dos veces. Su diseño es de esos que polarizan, pero oye, en un mundo lleno de coches clónicos, que alguien arriesgue un poco siempre se agradece.
Faros divididos en varios niveles, trasera con pilotos alargados y un frontal que parece sacado de una película de ciencia ficción francesa (sí, existen). El coche tiene presencia. Y además, en esta versión 2025, estrena logo, colores nuevos y unas llantas que gritan “quiero ser premium aunque me relacionen con Carrefour”.
Por dentro es blandito, como un croissant recién hecho

Aquí es donde Citroën saca pecho. Porque mientras otros se empeñan en meterte pantallas gigantes con interfaces de móvil mal adaptadas, los franceses han apostado por algo mucho más interesante: Puro confort. Espumas mullidas, asientos Citroën Advanced Comfort™ (sí, con marca registrada y todo), una suspensión que sigue filtrando como si el asfalto español mal mantenido fuese su peor enemigo, y un interior donde puedes conducir horas sin que el sacro se te queje. Tampoco debería sorprendernos. La comodidad es la seña de identidad de Citroën.
También han afinado la ergonomía. La pantalla central sigue siendo de 10 pulgadas, el cuadro digital mejora mucho, y han quitado un par de pijadas que sobraban. Que no es una nave espacial, vale, pero se acerca bastante, y para lo que cuesta, tiene lo necesario. Ni más, ni menos.
Motores batalleros, etiqueta ECO, y una eléctrica que no aburre
Vamos al grano: hay un gasolina tricilíndrico con microhibridación de 48V que saca 100 o 136 caballos, dependiendo de lo generoso que te sientas. ¿Rugido? Más bien maullido. ¿Consumos? Bastante decentes, si no te pesa demasiado el pie derecho. ¿Etiqueta ECO? Sí, y con eso ya puedes circular por más sitios que un ministro con escolta.
¿Y la versión eléctrica? 156 caballos, batería de 54 kWh y unos 400 km de autonomía homologada (que en la vida real serán menos, claro, pero suficientes para el día a día y algún viajecito si no haces el cafre). No es un misil, pero tampoco es una lavadora. Acelera con dignidad y va suave como un velero.
No es perfecto, pero es honesto, y eso vale su peso en gasóleo

Vale, el C4 no va a quitarle el sueño a un Golf GTI ni a un Mazda 3, pero tampoco lo pretende. Este Citroën va a lo suyo: ser cómodo, diferente y práctico, y lo consigue. Tiene una gama de acabados clara (You, Plus y Max), un equipamiento más que decente desde la base, y un precio que arranca en unos 27.000 euritos... aunque ya sabes que con descuentos, campañas y rezos a San Cristóbal, la cosa baja.
Eso sí: si te compras uno pensando que vas a tener sensaciones de coche deportivo, lo llevas claro. Pero si lo que buscas es algo original, bien hecho y que te cuide la espalda en los baches como si fueses la reina de Inglaterra, este C4 es de lo más interesante que ha parido Citroën en años.
Y sí, hay oferta: ahora mismo puedes pillarte un Citroën C4 desde unos 19.600 € con motor gasolina de 130 CV y cambio automático si financias con la marca. También hay versiones híbridas ligeras desde 22.650 €. Eso sí, como siempre, ojo con la letra pequeña.
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