EN PERIODO DE PRUEBA
Ya existe una autopista que recarga tu coche eléctrico mientras conduces, y está bastante cerca
Durante 2 kilómetros de carretera en tráfico libre, un camión, una furgoneta, un autobús y un coche hacen tests de un sistema que entrega energía a los vehículos a través de bobinas instaladas en el asfalto. Para 2030, ya podría haber 5000 kilómetros de carretera con esta tecnología

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Uno de los grandes problemas de los coches eléctricos es la autonomía y la falta de puntos de carga. Sin embargo, ya se ha dado un paso más para que esto deje de ser inconveniente. En Francia ya se hacen test en una carretera que recarga automáticamente la batería de tu vehículo mientras cruzas por ella.
Se trata de un proyecto de Sistema de Carretera Electrificada (ERS), que no requiere de cables, y desarrollado por la empresa israelí Electron en asociación con Vinci y con el apoyo de Bpifrance y el Ministerio de Transporters del país galo. La iniciativa, aún en fase inicial, se encuentra instalada durante 2 kilómetros de la autopista A10 que conecta París y Burdeos. Es decir, se trata de una de las carreteras más transitadas del país vecino. A veces cuando se habla de cobrar peajes por el uso de autovías a pesar de que el estado de estas empeora con el paso de los años, quizás estaría bien pensar en este tipo de iniciativas que sí podrían ser claves para la movilidad del futuro.

Primeras pruebas
El sistema funciona gracias a unas bobinas integradas dentro del propio asfalto y que generan energía transmitida a los vehículos eléctricos. Se está probando en condiciones de tráfico real con cuatro transportes de distinta tipología que circulan a propósito por esta autopista realizando tests, un camión, una furgoneta, un autobús y un coche.
Estos vehículos, para recibir la energía transmitida por la carretera, están equipados con bobinas receptoras que no son complicadas de instalar en transportes eléctricos en general. Los primeros resultados dictan que este sistema logra recargar la autonomía de los vehículos con una media superior a los 200 kW de potencia, y alcanzando incluso más de 300 kW. Vamos, que la capacidad de recarga es ultrarrápida.
En un principio, este sistema está destinado a vehículos de grandes dimensiones que transporten mercancía o pasajeros, aunque a largo plazo debería instalarse en coches particulares. Según el Gobierno francés, estos sistemas ERS podrían reducir hasta un 86% las emisiones de dióxido de carbono del transporte de mercancías.

Evolución en medio plazo
El propio gobierno está estudiando la posibilidad de aplicar este sistema a 5000 kilómetros de carretera hasta 2030 y aumentar a los 9000 kilómetros hasta 2035. Evidentemente, el ERS acabaría con una problemática de los vehículos eléctricos y empujaría a lograr los objetivos de descarbonización presentados por la Unión Europea.
La tecnología relacionada con la movilidad eléctrica se encuentra en un punto álgido de evolución y nos hace pensar que en 2035 los desplazamientos se producirán gracias a una herramientas y sistemas que ahora mismo mal podemos imaginar. El ERS es un clarísimo ejemplo de todo esto.
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