LLEGARON PARA PONER ORDEN EN LA CARRETERA
Ellos lograron el mayor cambio en el mundo del automóvil y te contamos algunos secretos sobre su trabajo
Antes de que apareciera, los fabricantes se la jugaban vendiendo coches que pasaban el control legal por los pelos.

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Euro NCAP, que viene siendo el European New Car Assessment Programme, lleva desde 1997 poniendo los coches a prueba y vigilando al mundo del automóvil como si fuera el Batman de la seguridad en carretera. Antes de que apareciera, los fabricantes se la jugaban vendiendo coches que pasaban el control legal por los pelos, pero que en un accidente podían ser más peligrosos que un toro suelto. Euro NCAP se plantó para exigir un estándar, con pruebas de choque mucho más duras de lo que pedía la ley y sacando a la luz los resultados con un sistema de estrellas que te hace pensártelo dos veces al comprar un coche. Desde entonces, se dice que han salvado unas 78.000 vidas en Europa, y han puesto a los fabricantes a currárselo de verdad, porque nadie quiere que su coche sea el que se lleva una estrellita y se convierta en la comidilla del barrio.
Lo que hace especial a Euro NCAP es su independencia. No está atada a ningún fabricante, así que no hay trampa ni cartón. Compran los coches directamente en concesionarios, de forma anónima, como si fueran un cliente cualquiera. Después eligen cuatro unidades y las someten a pruebas que simulan accidentes reales, desde choques frontales a 64 km/h hasta impactos laterales contra un poste a 29 km/h. Usan muñecos con sensores para ver cómo quedarían un adulto o un niño en un accidente, y también miden cómo de “amable” es el coche con los peatones si hay un atropello, algo que se convirtió en un requisito indispensable en los últimos años. Es como un examen de fin de curso, pero con más golpes y menos aprobados.
Secretos que no te esperas
Un detalle curioso que poca gente sabe es que Euro NCAP no solo destroza coches para ver cómo aguantan, sino que también prueba cosas que antes eran propias de una peli de ciencia ficción. Por ejemplo, desde hace años evalúan tecnologías como el frenado automático de emergencia (AEB) o el control de velocidad adaptativo, y desde 2026 van a meterse con las pantallas táctiles. Sí, esas que parecen una tablet y que a veces te hacen pelearte con el coche para subir el aire acondicionado. Según algunos posts en X, Euro NCAP penalizará a los coches que abusen de ellas y no tengan botones físicos para funciones básicas, porque dicen que distraen demasiado. ¡A ver si los fabricantes empiezan a escuchar y nos devuelven los botones de toda la vida!
Otro secreto es que Euro NCAP no para de evolucionar sus pruebas para que los fabricantes no se duerman en los laureles. En 2020, empezaron a usar dummies que representan a personas mayores, porque los cuerpos más frágiles también cuentan y se habían pasado por alto hasta entonces, y han añadido escenarios con ciclistas y motos, que son más comunes en accidentes urbanos. Además, no todo el mundo sabe que las puntuaciones caducan a los seis años, porque las pruebas se endurecen y un coche que fue un cinco estrellas en 2015 podría ser un tres hoy. Es como si te dijeran que tu aprobado de mates de hace diez años ya no vale, pero en este caso, es por una buena causa: que los coches sean cada vez más seguros.
Un legado que sigue creciendo
El impacto de Euro NCAP es innegable: hoy, casi todos los coches nuevos en Europa tienen cuatro o cinco estrellas, algo impensable hace 20 años, cuando un Rover 100 se llevó una estrella y acabó retirado del mercado por vergüenza. También han hecho que las tecnologías como el control de estabilidad o los airbags laterales sean casi obligatorios. Y ojo, porque ahora están mirando hacia los camiones y hasta las motos, con planes para incluir más pruebas específicas en el futuro.
Euro NCAP ha demostrado con su trabajo que la seguridad no es un lujo, sino una necesidad.
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