OJO A LOS MÁS DESPISTADOS

El despiste por el que tu diésel puede dejarte tirado en pleno viaje

Los motores diésel siguen siendo la primera opción para muchísimos conductores, especialmente para aquellos que viajan mucho por carretera y acumulan decenas de miles de kilómetros cada año. Pero ninguna opción es perfecta.

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El diésel ha sido parte fundamental de la industria automotriz durante décadas. Su bajo consumo y alto rendimiento han sido claves para explicar su éxito, aunque en los últimos años su popularidad ha descendido de manera notable a consecuencia del auge de otras opciones como los motores híbridos. Los sistemas anticontaminación de los diésel actuales permiten un funcionamiento mucho más limpio y respetuoso con el medio ambiente, pero lo cierto es que ninguna opción es la perfecta, y el diésel tampoco lo es.

Entre los sistemas anticontaminación que actualmente montan los motores diésel destacan los sistemas de recirculación de gases de escape (EGR), los filtros de partículas diésel (DPF) y los convertidores catalíticos selectivos (SCR) con inyección de Adblue. Estos dispositivos trabajan en conjunto para minimizar la emisión de partículas nocivas y óxidos de nitrógeno, mejorando así la huella ambiental de los vehículos diésel aunque, eso sí, necesitan mucha más atención y cuidados por parte de los usuarios.

Escasez Adblue
Escasez Adblue | Adblue

Tanto es así que, de hecho, los conductores más despistados y despreocupados pueden llegar a meterse en un lío y encontrarse en la situación de que sus coches con motores diésel se nieguen a continuar su viaje o arrancar por un simple despiste. Sí, tu coche con motor diésel puede dejarte tirado si no le prestas la suficiente atención. ¿A qué nos estamos refiriendo?

El despiste que puede hacer que tu diésel no arranque más

Estamos hablando del hecho de agotar las reservas de Adblue de nuestro coche en medio de un viaje, una situación que en los primeros motores que equipaban este sistema no suponía un problema más allá de un mensaje de aviso en el cuadro de instrumentos, pero que en los motores diésel actuales es mucho más importante de lo que parece.

Con la normativa vigente, un motor diésel que hace uso de Adblue para reducir sus emisiones contaminantes necesita este sistema para funcionar y ajustarse a las normas de homologación, y en caso de detectar que el depósito de Adblue se ha agotado, dejará de arrancar hasta que se le reponga este aditivo.

Esto significa básicamente que, en medio de un viaje, tu coche diésel puede dejar de arrancar si ha detectado que el nivel de Adblue no es suficiente para continuar la marcha, independientemente de dónde estés y a qué distancia te encuentres de tu destino. En el mejor de los casos, al parar en una estación de servicio no podrás volver a arrancar y tendrás que rellenar el depósito con el propio Adblue que te vendan en la gasolinera, pero en algunos modelos tendrás que pasar por el taller para que, mediante diagnosis electrónica, te solucionen el problema. Este hecho hace que en la práctica, hayas terminado tu viaje en grúa.

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