TRATAMIENTO RESIDUAL DEL VEHÍCULO
Crecen los coches okupa y la DGT va a por ellos: Hay 76.000 al año en España
La DGT se pone las pilas y regula los coches abandonados en espacio públicos y privados, que cada vez son más.

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He presenciado llamativos casos de coches arrasados por el fuego en plena vía pública por semanas. La más extraña no viene al caso, pues permaneció por un tiempo que ya no recuerdo exactamente en el medio de la acera. Y cuando digo en el medio, es en el medio. Meses después, me enteré que se había sido debido al profundo badén de la esquina de casa, propicio lugar de ocio. Si hay gente que pasa horas avistando superdeportivos, allí uno se entretenía siendo testigo de los golpes de los chasis contra el asfalto.
Sí se acerca al tema que aquí tocamos un caso de Audi TT negro, pero negro no por la pintura, sino por lo incinerado que estaba. Pero ese TT estaba correctamente aparcado. Pienso entonces en dos cosas.
La primera, en que podrías acudir al organismo correspondiente para que lo retirasen de una vez y para siempre, o bien llevar tus cámaras, tus trípodes, y que la estrella de ocasión pose adelante de esos restos en los que apenas se distinguían los cuatro aros, como también he visto.
La segunda tiene que ver con que no es necesario hablar del coche convertido casi en cenizas para llegar a la conclusión de que, bueno, ya bastante tiempo ha pasado en ese mismo lugar, por lo que es momento de liberar el espacio. El vehículo en cuestión podría estar en buenas condiciones, podría no haber perdido la funcionalidad o, a lo sumo, padecer algún desperfecto técnico, nada que no pueda solucionarse con una visita al taller mecánico. Pero es un vehículo con el polvo de los días acumulados y tal parece que nadie irá a por él. Hablemos un poco de los denominados okupas.

Cada vez más coches okupas en España
Desde luego, no es el término utilizado de manera legal, pero esta figura está contemplada y regulada por la Dirección General de Tráfico (DGT) en el artículo 106 de la Ley de Seguridad Vial reconocido como "Tratamiento residual del vehículo". El objetivo, "gestionar la destrucción y descontaminación de aquellos vehículos que por diversas circunstancias y en diferentes situaciones son abandonados por sus titulares", para lo cual hay tiempos a respetar, durante los cuales se lleva a cabo el proceso del traslado y eliminación del coche.
Para evitarlo, la DGT le impone al titular del vehículo el plazo de un mes para retirarlo del lugar. Cumplido el período, la Administración efectúa la orden de traslado al centro autorizado para su destrucción. Un escenario que, según los datos publicados por el Real Automóvil Club de España (RACE), se está presenciando cada vez con más frecuencia.

La DGT busca mitigar este tipo de abandonos con tiempos indefinidos, pero lo cierto es que, por año, los casos no disminuyen, sino todo lo contrario. En todo el país, se registran aproximados de 76.000 unidades al año: 50.000 vehículos okupas en plazas públicas, 6.000 en talleres o aparcamientos públicos y unos 20.000 en recintos privados, en cuyo caso, para iniciar el trámite y comprobar el abandono, el organismo regulador exige pruebas tales como fotografías, actas notariales del denunciante y certificados del administrador o acta de propietarios de, por ejemplo, un garaje, que dé cuenta de que se ha tratado el tema y que acredite el tiempo en que el coche en cuestión lleva abandonado en el mismo espacio.
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