MANTENIMIENTO

¿Tu coche consume más de la cuenta? Echa un ojo a las bujías: tienen un mensaje para ti

No, no es una locura: tu coche suele mandar señales cuando algo no va mal, pero hay que saber interpretarlas. Cada problema tiene unos síntomas y si consume más de la cuenta, lo pasa mal al arrancar, da tirones, su ralentí es irregular y, a veces, pierde potencia… tienes que echar un ojo al estado de las bujías. Son el perfecto ‘chivato’ de la mecánica de tu coche

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A veces hay que saber ‘escuchar’ a nuestro coche para interpretar las señales que nos manda porque, en ocasiones, anticipan que algo no funciona correctamente. Si tienes problemas a la hora de arrancar, da tirones, el ralentí inestable, y pierde potencia… debes estar alerta: si a todo esto sumas un elevado consumo, puedes apostar a que las bujías no están funcionando como deberían. Y esto, a veces, significa que algo pasa en el motor.

Las bujías son unas piezas pequeñas y alargadas, que están dentro de los cilindros del motor. Su misión es generar la chispa eléctrica que desencadena la explosión cuando se mezclan el combustible y el aire. Así trabajan las de un coche de gasolina, en el caso de los diésel es diferente porque cuentan con calentadores o bujías de precalentamiento: no crean una chispa, sino que, gracias a una resistencia, producen calor en la cámara de combustión para la posterior compresión del carburante.

 Taller
Taller | Pexels

Las señales que mandan las bujías

Tal y como recuerda el RACE, las bujías de un coche de gasolina son el perfecto termómetro de lo que ocurre en el motor: sirven para saber cómo va todo en la cámara de combustión y, dependiendo de su estado, podemos saber cuál es el problema.

Si el tono es crema, no tienes de qué preocuparte: el tono natural de esta pieza es un color parecido al marrón o al color crema. Cuando está negra, nos está informando de la existencia de un exceso de hollín en la punta de la bujía: esto puede dar pie a una mala combustión poniendo en peligro la riqueza de la mezcla porque se está inyectando más combustible del necesario.

Si tiene aceite, tenemos una fuga en el motor y la bujía no generará correctamente la chispa. Sin embargo, si tiene agua puede que la fuga sea del refrigerante: si se cuela, a través de los segmentos, en los cilindros tampoco se podrá crear esa necesaria chispa. ¿Y si está desgastada? Normalmente, el mayor desgaste lo sufre el electrodo: un componente de la bujía que está en contacto directo con la cámara de combustión y la que tiene que soportar las altas temperaturas del motor.

Taller
Taller | Schaeffler

¿Cuándo tienes que cambiar las bujías?

Si has reconocido estos síntomas en tu coche, ha llegado el momento de pedir cita con el taller: recuerda que en el caso de las bujías no puedes innovar. Debes poner las mismas que trae el coche porque tienen unas características especiales.

La vida útil de las bujías depende del material de sus electrodos. Si están hechas de cobre (que son las de los modelos más antiguas) llevan peor el paso del tiempo y recomiendan cambiarlas a partir de los 40.000 kilómetros aproximadamente. Si son de platino o iridio (las de los modelos más modernos) sí durarán más: los profesionales aconsejan, en este caso, sustituirlas pasados los 100.000 kilómetros.

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