PREDICCIÓN DE EXPERTOS
Las baterías de estado sólido revolucionarán la movilidad eléctrica
Según las estimaciones de la empresa Segula Technologies, este componente que promete aumentar exponencialmente la autonomía de los EV tardará un lustro en desplegarse a gran escala.

Publicidad
Las baterías de estado sólido se han postulado como uno de los posibles impulsores de la movilidad eléctrica y, por ende, de los EV. No en vano, prometen elevar hasta los 1.000 kilómetros el rango de la autonomía que homologan y acelerar los tiempos de recarga hasta el punto de pasar del 10 al 80 % en tan sólo seis minutos. Por todo esto, hay muchos que esperan con ansía su producción a escala y presencia generalizada en el mercado. Sin embargo, para que todo eso se haga realidad habrá que esperar, por lo menos, cinco años. Así lo dice el experto en baterías del grupo de ingeniería global de Segula Technologies Laurent Martin.
"Las baterías de estado sólido estarán particularmente bien posicionadas en este mercado y se espera que aparezcan a finales de este año. Sin embargo, este tipo de baterías comenzarán a desplegarse a gran escala dentro de 5-10 años", explica Martin. De cumplirse sus previsiones, llegarían a tiempo a Europa, cinco años antes de que se prohíba la venta de coches de combustión. Aunque al mismo tiempo también habría que ver en qué situación se encuentra el sector de la automoción en general con las crecientes restricciones en términos de emisiones y qué coste tiene para las empresas contar con esa tecnología.
Los tres retos para la implementación de las baterías de estado sólido
En esta compañía de referencia a nivel mundial, van más allá al indicar los tres retos que el transporte y la automoción han de superar para poder implementar las baterías de estado sólido. Mariany De Jesús Chávez Cobo, ingeniera experta en baterías en la sede de nuestro país de Segula Technologies, indica que estos son los siguientes: la necesaria etapa de industrialización por la que tiene que pasar, las microgrietas que suelen producirse vinculadas a su solidez y el coste de producción como no podía ser de otra forma. Asimismo, también habla de la pérdida de contacto que sufren los elementos de esta tecnología debido a la deformación que sufren durante los ciclos de carga y descarga.
"Para compensar estos hándicaps creemos que el mercado se estructurará en función de tres tecnologías de baterías de estado sólido y convencionales con tres rangos de precios y tres objetivos potenciales: la primera será tecnología de alto rendimiento y alta densidad basada en baterías de estado sólido (con litio metal o litio azufre), costosas y destinadas al mercado de alta gama. En segundo lugar, nos encontraremos la tecnología convencional de precio y densidad medios destinada al mercado masivo, basada en química LFP (fosfato de hierro y litio y sus derivados). Y por último, tecnología de bajo coste, basada en iones de sodio, con baja densidad de energía y destinada al mercado de vehículos pequeños y coches urbanos. Estas tres tecnologías son seguras y permiten una carga rápida, pero difieren principalmente en su precio y densidad energética y, consecuentemente, en la autonomía que proporcionan al vehículo", Chávez Cobo.
Es bueno saber que tendremos esas baterías de estado sólido algún día, pero el hecho de que puedan faltar cinco años para que se implementen a gran escala no es halagüeño con las dificultades financieras que atraviesa la automoción y comerciales de cara a vender coches eléctricos nuevos y accesibles.
Publicidad