Cuando se acercan unas elecciones autonómicas, el interés varía en función del ojo que mire. Dentro de las fronteras de País Vasco, a algunos preocupan (y a otros alegran) los resultados que auguran las encuestas; desde fuera, las repercusiones que puede tener la conformación del nuevo Parlamento a nivel estatal, aunque también el papel que determinados actores pueden tener a la hora de firmar pactos de Gobierno. Entre todas estas incógnitas, hay otras, más relacionadas con el desconocimiento de la sociedad y cultura vascas, como es el origen de términos en euskera que se usan para hacer referencia a los dos partidos mayoritarios de la comunidad autónoma, PNV y EH Bildu: jeltzale y abertzale , respectivamente.

Jeltzale es prácticamente un sinónimo de peneuvista. Para entender el origen del término hay que remontarse a los tiempos de Sabino Arana, el padre del nacionalismo vasco. La Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia) define al jeltzale como "partidario del nacionalismo sabiniano" que, desde sus inicios, está intrínsecamente ligado al PNV. Es el término que se usa para nombrar a los miembros del partido y su traducción al castellano sería algo así como "partidario del JEL". Ahora bien, ¿qué es esto de JEL? Es el acrónimo del lema del PNV, creado por Sabino Arana y su hermano, Luis: Jaungoikoa eta Legezarrak.

Jaungoikoa eta Legezarrakse podría traducir por 'Dios y la ley vieja' y es una expresión que forma parte de las bases del nacionalismo vasco. Si bien a lo largo de la historia ha sido objeto de polémica —en parte, para retirar al nacionalismo vasco esa relación tan directa con la religión—, después del franquismo, en un esfuerzo por reconstruir la formación, el PNV hizo hincapié en que esta expresión conjugaba "una concepción trascendente de la existencia con la afirmación de la Nación Vasca, cuyo ser político ha de expresarse a partir de la recuperación de la soberanía contenida en el régimen foral", tal y como recoge la Sociedad de Estudios Vascos (Eusko Ikaskuntza).

Así pues, de aquel Jaungoikoa eta Legezarrak llegamos a ese JEL y, de ahí, ajeltzale y jelkide, que si bien podrían confundirse no son sinónimos: el primero es partidario del JEL; el segundo, miembro del JEL. Además, no hay que olvidar la nomenclatura del partido: en castellano lo conocemos como PNV, pero siempre de la mano de su acrónimo en euskera: EAJ , de Euzko Alderdi Jeltzalea. Ahora bien, ambos nombres no son tampoco sinónimos: en lugar de Partido Nacionalista Vasco vendría a significar algo como el "partido vasco de los simpatizantes del JEL".

Otro término (también en euskera) que hace referencia al universo jeltzale es el nombre que recibe la sede del PNV en cualquier lugar de Euskadi: batzoki. Este término también viene de Sabino Arana y significaría algo así como "lugar de reunión". Efectivamente, es el punto de encuentro de los militantes del PNV en cualquier punto del mundo, una sociedad en la que afiliados y simpatizantes preparaban las elecciones o abordaban cuestiones que preocupaban a la militancia. Se estima que existen unos 200 batzokis repartidos por todo el mundo.

'Abertzale', un término polémico en la RAE

Mientras que jeltzale es una palabra que no aparece en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), abertzale sí. También aparece castellanizado como aberzale, y en su primera y única acepción aparece definido como "nacionalista vasco". Sin embargo, no siempre ha sido así: en 2010, el diccionario incluía este término con la siguiente acepción: "Nacionalista radical". Diferentes sectores exigieron una rectificación en el documento, acusando a la RAE de haberse extralimitado de sus funciones y de extenderle una "connotación negativa" al término, en palabras del entonces portavoz de Eusko Alkartasuna (EA) en el Parlamento vasco, Juanjo Agirrezabala.

A juicio de Agirrezabala, la RAE no hacía un análisis semántico ni lingüístico del término, sino "político", de "manera intencionada y maliciosa, partiendo de prejuicios que carecen de base desde el punto de vista de la lengua". En la misma dirección se pronunció entonces Aitor Esteban, quien llegó a acusar a la RAE de no haber estado "atenta" a la "etimología" de la palabra. "En castellano lo interpretarán como quieran, pero, en euskera, abertzale significa 'patriota' y viene de aberri y de zale. Puede servirles en Madrid, pero aquí abertzale significa 'patriota vasco'. No tiene nada qué ver con la izquierda radical. Somos muchos los partidos abertzales".

Efectivamente, a nivel etimológico el término abertzale es una suma de otro término aranista, aberri, que significa 'patria', y del sufijo -tzale, que significa "el que ama" o "el que se dedica a". Así pues, abertzale haría referencia a la persona u organización que ama la patria o se dedica a ella. Sin embargo, dentro de Euskadi no es un término para nada relacionado con la izquierda radical: los jeltzales del PNV también se denominan abertzales a sí mismos.