Todos tenemos un pasado. También Imanol Pradales. El candidato a lehendakari del PNV es el claro ganador de la cita electoral del 21A: aunque EH Bildu haya experimentado un gran crecimiento en votos y escaños (ha conseguido los mismos que el PNV), los resultados de las elecciones vascas hacen que casi con toda probabilidad el PNV vuelva a gobernar, gracias al apoyo del PSOE vasco, poniendo fin a la 'era Urkullu' y dando inicio a la 'era Pradales'.

Imanol Pradales Gil (Santurtzi, 1975) celebró su cumpleaños al tiempo que celebraba los datos: con 49 años recién cumplidos, se convertía en el candidato más votado en Euskadi. Era de esperar, ya en las encuestas era, bastante a menudo, el candidato mejor valorado, pese a que en estos comicios, la mayor parte de los candidatos eran no desconocidos, pero sí nuevos. Imanol Pradales es el mayor de cuatro hermanos, hijos de Manuel Pradales y Rosa Gil. En su época como estudiante, en la ikastola Asti Leku de Portugalete, Pradales llegó a ser alumno del que más tarde se convirtió en su mentor, Iñigo Urkullu.

Formó parte de una familia humilde "y trabajadora" de los años ochenta, tal y como un amigo de los Pradales Gil explicó cuando fue elegido sucesor de Urkullu. No solo eso, sino que la familia Pradales Gil no lo pasó nada bien: se enfrentaron a "serias penurias" pero consiguieron "salir adelante a base de esfuerzo, sacrificio y talento". Su madre, Rosi, iba para peluquera, pero dejó a un lado su vocación para cuidar a su familia. El padre había estudiado Maestría Industrial y montó un taller con unos amigos, pero en los años setenta, en plena crisis, perdieron el negocio.

"Durante la primera mitad de los ochenta, la familia las pasó canutas", explicó una vecina de la familia, tanto que durante años el padre de Imanol Pradales pasó "más tiempo en el paro que trabajando", aunque a mediados de los ochenta consiguió trabajo en un almacén en Vitoria, gracias al cual, sumado a los esfuerzos de Rosi en el cuidado de la familia, los Pradales Gil pudieron salir adelante.

Imanol Pradales no olvida sus orígenes, en el barrio de Mamariga (Santurtzi). Pero tampoco olvida la que fue su gran pasión de joven: el remo. Como cadete remó en La Sotera de Santurtzi, insignia del Clib de Remo Itsasoko Ama, y llegó a bogar en la Bandera de la Concha, la competición de traineras por excelencia de San Sebastián. Defensor y promotor activo del euskera, Imanol Pradales no pudo, en su infancia y juventud, practicar el idioma, ya que vivía en zona poco euskaldún. Así pues, se fue varios veranos a casa de un compañero de trabajo de su padre, a Igorre, para practicar el idioma.

Como muchos otros políticos, Pradales es licenciado y doctor en Ciencias Políticas y Sociología, por la Universidad de Deusto. Y es precisamente aquí donde trabajó antes de dedicarse a la política: después de licenciarse y doctorarse, se convirtió en profesor en este mismo centro, aunque más tarde tuvo que solicitar una excedencia. Pero antes de hacer su salto efectivo a la política como diputado en 2011, también dirigió una asociación para atraer y retener el talento en la provincia de Vizcaya, Bizkaia Talent, un proyecto impulsado por la propia Diputación.