San Paio no tiene ningún vecino desde hace cinco años. Río de Campos desde hace diez. San Pedro de Bogo tiene cuatro vecinos. Muiñou uno menos. Se llaman Pepe, José Ramón y Fina. Todas ellas son (o eran) aldeas de Lugo. Pero no son las únicas, y cada vez hay más zonas en esta situación.
Los datos de despoblación en Galicia, protagonistas en los debates de las elecciones gallegas del 18F, hablan por sí solos. Según datos del nomenclátor del Instituto Nacional de Estadística (INE), hay 1.895 aldeas despobladas en Galicia, de las que casi la mitad, 894 se encuentran en la provincia de Lugo. Los concellos lucenses de Muras y A Pontenova, en la Mariña interior, lideran el ranking de aldeas abandonadas. En 2023, Lugo perdió 42 aldeas.
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Pero la cosa no va solo de la desaparición de aldeas, espacios demográficos que no aparecen registrados en el histórico del INE por separado, sino que forman parte de los municipios. También de pérdida de población. En Ribeira de Piquín, uno de los municipios con menos habitantes de Lugo (497, según el INE), ha perdido 112 vecinos en los últimos diez años. Lo mismo le ha ocurrido a Muras, que ha pasado de 723 a 600 habitantes, o a Triacastela, de 739, a 622.
En Ourense, el municipio de A Teixeira (342) ha perdido 64 habitantes en la última década; Beade (364), 101 vecinos. Y esto es lo que ocurre en todas y cada una de las cuatro provincias gallegas. A Coruña es la que más habitantes tiene en su municipio menos poblado, pero tampoco se libra de la pérdida de habitantes: Cerdido (1.033) tiene 225 menos que en 2013; Somozas cuenta con 181 vecinos menos.
Municipios menos poblados de Lugo
- Negueira de Muñiz (240)
- Ribeira de Piquín (497)
- Muras (600)
- Triacastela (622)
- Pedracita do Febreiro (909)
- Ribas de Sil (914)
- Nogais (958)
- Ourol (980)
Municipios menos poblados de Ourense
- A Teixeira (342)
- Beade (364)
- Larouco (444)
- Chandrexa de Queixa (493)
- Ponteveda (468)
- San Xoán de Río (518)
- Parada de Sil (520)
- Vilariño de Conso (521)
- Quintela de Leirado (607)
Municipios menos poblados de Pontevedra
- Mondariz-Balneario (703)
- Campo Lameiro (1.723)
Municipios menos poblados de A Coruña
- Cerdido (1.033)
- Somozas (1.068)
- Toques (1.074)
- Moeche (1.206)
- Vilasantar (1.232)
Sobran plazas en infantil, faltan en residencias de ancianos
A la desaparición de aldeas y la pérdida de habitantes se suma el envejecimiento de sus vecinos, un caso destacable en Europa, pero también en España. Galicia, junto con Castilla y León, es actualmente la región con el índice de envejecimiento más alto del país. Además, la media de edad está subiendo, como se puede apreciar en la comparativa con 2012. Según datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), la media de edad en Galicia ha pasado de los 45,34 años a 1 de enero de 2012 a los 48,01 en 2022.
Por provincias, Ourense alcanza los 51,19 años de edad media y Lugo, los 50,35, frente a los 47,72 de A Coruña y los 46,52 de Pontevedra. Según el IGE, disminuye el peso de los grupos de individuos de menos de 20 años y de entre 20 y 64 y se incrementa el de 65 y más años. Es más, uno de cada cuatro gallegos tiene más de 65 años.
El envejecimiento y la despoblación no solo han impulsado la desaparición de aldeas; también han hecho que en muchas de ellas los centros escolares se conviertan en residencias de ancianos, como es el caso del municipio de Lobeira, en Ourense. El centro, por el que en los años 80 corrían por sus pasillos casi 200 alumnos, cerró en 2008, según El País. Unos años más tarde, en 2015, reabrió sus puertas convertido en una residencia de mayores. Mismo establecimiento, diferente uso. Eso sí, el cierre de este centro escolar no es un caso aislado ni mucho menos.
Hay un goteo constante de colegios que se ven obligados a cerrar sus puertas por falta de estudiantes. Es un hecho: en Galicia cada vez hay menos niños. De hecho, en la región sobran plazas infantiles, para niños de 0 a 3 años. En este curso escolar se recibieron alrededor de 15.000 solicitudes para las 26.000 disponibles.
Sobran plazas infantiles, pero faltan en residencias de ancianos. Hay 22.000 plazas residenciales públicas y privadas (unas 8.000 públicas, según la Xunta), insuficientes para la demandas. Las esperas son muy largas. Tanto que muchos mayores mueren antes de conseguir una. Este es el caso del padre de Fernando: solicitó una plaza en una residencia pública para sus padres, mayores, hace ya tres años, pero durante este tiempo, su padre falleció a la espera y su madre, que pronto cumplirá los 90, sigue aguardando. "Se hicieron infinidad de quejas, argumentadas. Lo máximo que llegaron a contestar es: hemos incluido en el registro de quejas su queja", relató a laSexta.