La alimentación infantil probablemente sea uno de los temas que más ha cambiado en los últimos años ¿verdad?

Cuántas veces hemos escuchado en consulta:

- ¿Ah sí? ¿Ahora hay que hacerlo así? Pues con mi hijo mayor me dijeron otra cosa.

Y así es. No os quiero ni contar la de temas que he ido actualizando yo misma en mis más de 15 años de profesión como pediatra e incluso como madre con mi hijo mayor y mi pequeña.

Sí, la ciencia avanza y las recomendaciones a veces cambian y si lo hacen, es siempre por el bien de nuestros hijos; no lo viváis con tanta ansiedad.

Respecto a la fuente de cereal en niños, no solamente es bueno que los niños tomen alimentos integrales, sino es que es más saludable.

¿Desde qué edad pueden tomar alimentos integrales?

Desde el mismo momento en el que empezamos con la alimentación complementaria: seis meses.

El pan, la pasta y todo el cereal que podamos consumir si es integral mejor.

La fibra no se digiere y se encuentra fundamentalmente en alimentos de origen vegetal, frutas, frutos secos, legumbres, verduras, hortalizas y productos elaborados con cereales enteros o integrales.

¿Y por qué es más saludable?

Pues porque en el proceso de refinado del cereal para convertirlo en pan blanco, arroz blanco o cereal blanco, se pierde el salvado (la cáscara que es rica en fibra) y el germen (que es rica en vitamina E, vitamina B, ácido fólico, fósforo, zinc y magnesio) es decir, el valor nutricional del cereal blanco es claramente inferior al integral.

Además, debéis saber que el consumo habitual de cereales integrales:

  • Mejora la salud cardiovascular.
  • Disminuye el riesgo de diabetes tipo 2.
  • Previene de determinados tipos de cáncer, como el de colon, recto y estómago.
  • Mejora la salud intestinal, evitando el estreñimiento entre otras importantes ventajas.

Ojo, aclaremos que los productos en los que leáis en la etiqueta “alto contenido en fibra” no quiere decir que sean integrales, debéis leer expresamente la palabra “integral” y si no os aclaráis bien, buscad la etiqueta:

Si el principal ingrediente es al menos un 75% de harina integral, adelante

No os conforméis si el pan o la pasta lleva semillitas, pipas o es de color marrón; esto no dejan de ser trucos para simular que el producto es integral sin serlo.

Si tus hijos son pequeños, aprovecha la oportunidad y compra ya pasta, arroz y pan integral, verás como les gusta, se acostumbran y luego ya no querrán otra cosa.

Hasta la próxima y os recuerdo que en El Gran Libro de Lucía mi pediatra abordo el tema de la alimentación desde el nacimiento hasta la adolescencia de forma práctica y sin perder el norte, que a veces intentamos introducir muchos cambios de golpe y terminamos tirando la toalla.

Mucho ánimo a todos.