Esperanza Aguirre presentó ayer su libro en la Cadena COPE con Carlos Herrera. Entre las críticas a Pablo Casado por no hacer seguidismo de Ayuso, y no abrazar a VOX como socio preferente, al locutor estrella de la cadena de los obispos se le pasó preguntar a la marquesa consorte por el escándalo del cuadro de Goya que vendió su marido y cuyo beneficio se ingresó en su cuenta corriente. Es importante dejar claro los procesos de acumulación material y capital que la derecha lleva a cabo con sus políticas, y es más importante aún comprender cuáles son los procesos que llevan a engañar a incautos que acaban decidiendo en contra de sus intereses. Es importante porque las reformas fiscales del PP de Madrid solo benefician a los más ricos pero no solo logran el apoyo de los más ricos. Comprender por qué sucede eso es imprescindible para intentar revertirlo.

En la entrevista-masaje de Carlos Herrera a Esperanza Aguirre la lideresa expresó la importancia de dar la batalla cultural de las ideas sin complejos. Y esa es la clave de todo, la derecha quiere usar las guerras culturales para atraer a votantes que emocionados por lo simbólico sean incapaces de desentrañar las medidas concretas destructoras de los servicios públicos que el neoliberalismo cañí lleva a cabo para favorecer los intereses y privilegios de la minoría de mayor renta. La clase trabajadora jamás votaría a la derecha si el debate en la opinión pública se centrara en las medidas materiales del PP y lo que implica para sus intereses en sanidad, educación, vivienda o fiscalidad. Es imposible ser consciente de lo que supone para tu vida cotidiana y caer en sus redes. Para eso se usa el trampantojo de las guerras culturales en un juego de trileros que la izquierda aún no ha sido capaz de combatir en Madrid.

En diciembre de 2005 Esperanza Aguirre llevó a cabo varias reformas fiscales y exenciones que prescindían del impuesto de donaciones y sucesiones hasta hacerlo casi marginal. Los ricos de Madrid podrían heredar sin pagar casi nada, una minucia. Las reformas de Aguirre bonificaron el impuesto de sucesiones hasta un 95% y el impuesto de donaciones en un 99%. Los ricos viven muy bien en Madrid porque ya no tendrán que pagar por sus cuantiosas herencias. Esperanza Aguirre y su familia son una de esas familias ricas de Madrid. Que a veces nos creemos que gobiernan para otros y no para ellos mismos.

La historia de la venta del cuadro de Goya que publicó Ignacio Escolar por parte de la familia Aguirre-Ramírez de Haro tiene muchas derivadas, pero la más interesante en plena campaña es ver cómo funcionan los impuestos en Madrid para los ricos ahora que se habla mucho de subir o bajar impuestos en genérico sin explicar a quién, que es lo que la Constitución dice de la progresividad fiscal. Esperanza Aguirre y su familia pagaron 26.000 euros en impuestos gracias a la bonificación que la propia Esperanza Aguirre incluyó en las políticas fiscales de la Comunidad de Madrid. Sin esa bonificación Aguirre y su familia habrían tenido que pagar 2,4 millones de euros por aceptar la donación del cuadro de Goya del padre del marido de la expresidenta. Las guerras culturales son importantes, pero las políticas fiscales de Esperanza Aguirre ahorraron a Esperanza Aguirre 2.370.000 euros. Poca broma. Aguirre enseña la bolita de las guerras culturales con una mano y con la otra se está ahorrando una fortuna que habría ido destinada a los servicios públicos que ha recortado de manera sistemática mientras gobernó. El 4 de mayo está cerca, ¿dónde está la bolita?