El mundo está lleno de gilipollas. Es difícil definir de otra manera a quien considera una buena idea contratar las vacaciones a través de una cuenta de Instagram de una agencia de viajes anunciada por Vito Quiles. No es que no pondría 1000 pavos en algo así, es que no me atrevería ni a pinchar el enlace por si es un troyano que busca hackearte para robarte los datos y amenazar con matar a tu familia y dársela de comer a los cerdos si no participas con ellos en una estafa piramidal. Pero no, hay gente que cree que es una buena idea meter pasta en una agencia de viajes anunciada por este tipo. No es la primera vez, porque hubo gente que metió 10.000 euros a un tipo calvo que siempre aparecía con mascarilla dando consejos por YouTube porque se lo vio a Alvise. El nivel de deterioro cognitivo es de tal porte que han tenido que acudir al que insultan llamando "Facuo" para que les ayude a combatir el desfalco que han sufrido por confiar en el ultra con micrófono.

Aunque pueda parecer extraño yo estoy de parte del activista ultra en este caso. Vito Quiles tiene razón y me parece injusta la cacería contra este personaje desde un medio público. Es completamente imposible acusar a Quiles de hacer publicidad engañosa por el hecho de que cobren a un chaval mil euros a cambio de un crucero y se quede sin pasta y sin crucero. No puede haber estafa ni publicidad engañosa en que anuncie una agencia de viajes que coge el dinero y corre sin dar el servicio. Es lo normal y lógico porque nada de lo que dice Quiles se cumple. Lo engañoso en su caso sería que después de pagar a la agencia los mil euros hubiera podido disfrutar del viaje con normalidad y hubiera salido contento de la experiencia. Eso sí que hubiera sido engañoso y digno de querella a la vista de los precedentes que maneja el pijo de Alicante.

Es como si alguien se siente decepcionado porque algo sobre lo que dice en sus redes sobre la izquierda no se ajusta a la verdad. Maldita sea, creí que era cierto que Pedro Sánchez había convertido España en Venezuela y jamás podríamos volver a votar a la derecha, se lo leí a Vito mientras tenía puesto Telemadrid con Antonio Naranjo hablando de los menas asesinos con una foto de Ayuso presidiendo la cadena en un marco inclinado. Yo, que siempre he sabido que el problema de la vivienda son los okupas informándome con un simio que da puñetazos en la mesa mientras toma café. A veces me ponen muy difícil no defender el derecho a voto restringido por incomparecencia cognitiva.

Uno de los síntomas que afectan a los más tontos y que explica el síndrome Dunning-Krueger es considerarse a sí mismos como unos iluminados que son capaces de ver lo que los demás no y ser por eso una especie superior dotada intelectualmente con un toque divino. Ellos son capaces de ver aquello que el vulgo aborregado no puede y se sienten con el encargo de mostrarnos a los demás la verdad revelada. Es fácil imaginar el fenotipo del individuo que para contratar un viaje no se le ocurre otro cosa que hacerlo con una agencia random de la que ha tenido noticia por primera vez anunciada en las redes de Vito Quiles.

Estoy convencido de que todos podemos visualizarlo sin demasiados problemas. Alguien que se siente estafado por Vito Quiles no puede ser más que un tipo que cree que el comunismo consiste en quitar las casas a ancianos desvalidos y que está firmemente convencido de que va a hacerse millonario invirtiendo en criptomonedas por su esfuerzo sin importar la clase social de la que vena porque el pobre es pobre porque quiere. Es un espécimen rancio, que considera que una mujer tiene menos valor si se ha acostado con muchos hombres y por eso cuando las violan es por su culpa excepto si las viola un magrebí que hay que expulsarlos a todos porque todos los moros son violadores.

Es un tipo que cree que los impuestos eran una estafa hasta que ha descubierto de manera personal lo que sí es una estafa y piensa que la declaración de la renta está pagarle las putas a los socialistas. Habla de píldoras azules y rojas y cree que los inmigrantes cobran una paguita por no trabajar y reírse de gente como él en vídeos de TikTok. Se informa de subvenciones con Ángel Gaitán y de catástrofes naturales con Iker Jiménez, donó para los afectados de la DANA a youtubers porque la Cruz Roja se lo da a los moros y piensa que el feminismo consiste en castrar la masculinidad de los INCELS como él. Vito Quiles no ha estafado a nadie, si esa agencia se le ha llevado la pasta ha hecho una labor social a la que la izquierda da el sello de aprobado. Bien, Vito.