Si hay una parte del cuerpo de la mujer que no se puede obviar a la hora de tener sexo, esa es el clítoris. Para la mayoría de las mujeres, la gran parte de sus orgasmos se dan a través de la estimulación y excitación de esta zona.

Pero es cierto que estimularlo no es tan sencillo como tocar un botón y voilà ahí viene el orgasmo. Es un área algo compleja, pero conociéndola bien y con un poco de práctica, hará que la mujer disfrute plenamente del sexo (en pareja o en solitario). ¿Quieres convertirte en un experto o experta en la materia? Antes de contarte los mejores trucos y consejos para estimular el clítoris, empecemos por lo más básico que, aunque podría parecer obvio, no todo el mundo lo tiene claro.

¿Qué es el clítoris y dónde se encuentra?

La mujer tiene diferentes maneras de llegar al orgasmo, pero la zona erógena más sensible de una mujer es el clítoris, y suele ser su principal fuente de placer. De hecho es el único órgano femenino dedicado exclusivamente a proporcionarle placer sexual. Esa es su única función.

Muchas personas creen que el clítoris es solo un punto ubicado en la parte superior de la vulva. Pero en realidad podríamos decir que es como "la punta de un iceberg", donde la mayor parte del bloque de hielo está cubierto bajo el agua. Pues bien, ese puntito que vemos es tan solo el glande del clítoris, el resto de la estructura -de un tamaño mucho mayor- está oculta en el interior del cuerpo.

El clítoris está formado por miles de vasos sanguíneos, glándulas, bulbos y terminaciones nerviosas. Cuando la mujer está excitada, el tejido eréctil se llena de sangre haciendo que aumente de tamaño. A partir de ese momento se dan una serie de reacciones que, si se mantiene la estimulación adecuada, conducirán al orgasmo.

Estimulación del clítoris: con masturbación femenina o sexo en pareja

Tanto si buscas darte placer a ti misma o a tu pareja a través de la estimulación del clítoris, lo primero que tienes que tener claro es que cada persona es diferente con sus propios deseos, gustos y preferencias. Y en el sexo esto también se cumple. Por esta razón, no existe la "manera ideal o correcta" de estimular el clítoris, así que lo recomendable es experimentar e ir aprendiendo de tus propias sensaciones. Y por supuesto, si hablamos de sexo en pareja es fundamental la comunicación para que la otra persona se atreva a jugar y también para que pueda saber si va por buen camino.

Dicho esto, aquí tienes unos consejos para estimular el clítoris que te pueden ayudar a ti o a tu pareja a conseguir orgasmos más placenteros.

- Ambiente relajado y cómodo. Si estás con tu pareja, es buena idea incluir besos, juegos previos… para poneros en situación. Y si estás sola, asegúrate de estar estimulada mentalmente con tu imaginación o con libros o películas. Anímate a descubrir otras zonas erógenas de tu cuerpo para prepararte y entrar en ambiente.

- Sensibiliza la zona. Comienza lento y suave. Pasa los dedos sobre la zona, acaríciala y acércate poco a poco hacia el glande del clítoris. Dibuja círculos alrededor. Hacia la izquierda y hacia la derecha, así será más fácil iniciar la lubricación. Esto ayudará a una mejor estimulación del clítoris, sin dolor. También puedes usar algún tipo de lubricante.

- Intensidad no siempre es igual a placer. Lo importante es que adaptes el ritmo y la energía de las caricias a los gustos personales. Hay mujeres a las que les gusta una estimulación del clítoris más intensa, otras que la prefieren más suave y otras encuentran placer en los cambios de ritmo.

- Movimientos. Prueba con ligeras caricias circulares, con pequeños golpecitos con las yemas de los dedos cerca del glande, ligeras palmadas en los labios y en la entrada de la vagina, apretando tu mano lubricada contra la vulva o moviéndola de lado a lado. También puedes mover tus dedos de arriba a abajo sobre el glande, pero siempre sin presionar mucho ya que esto puede hacer que el glande se descubra y causar dolor en la zona.

Dedos, lengua o juguetes sexuales, ¿con qué estimular el clítoris?

Como ya hemos dicho, cada persona tiene sus preferencias y no hay una manera mejor que otra para estimular el clítoris de una mujer, salvo sus propios gustos personales. Pero es cierto que nunca viene mal explorar nuevas maneras de conseguir placer sexual, para no caer en la rutina ni en lo previsible.

Sea como sea la manera que eliges para estimular el clítoris, es muy importante que todo aquello que uses y que vaya a estar en contacto con la zona, esté limpio e higienizado para evitar infecciones.

-Dedos: nos ayudan a hacer una aproximación poco a poco para ir entrando en ambiente de una manera más natural. Menos fría o brusca. Y tanto los dedos (normalmente el índice y el corazón) como la palma de la mano nos dan versatilidad para hacer diferentes movimientos en la zona que queremos estimular. Eso sí, es fundamental tener mucho cuidado con los dedos y no presionar demasiado, ya que el capuchón del clítoris puede descubrirse y causar dolor.

-Lengua: al practicar sexo en pareja esta es una excelente opción ya que al lamer el clítoris con la lengua puede estimular y lubricar la zona al mismo tiempo y de forma natural. Puedes masajear el clítoris con la lengua, hacer toques, caricias, movimientos circulares con la punta, movimientos laterales o de arriba a abajo… Siempre en función de los gustos de tu pareja. Además la estimulación del clítoris con la lengua te deja libre las manos para estimular con ellas otras zonas erógenas de tu pareja o para alternar dedos y lengua. La gran ventaja de la estimulación con la lengua es que se puede descubrir el capuchón del clítoris sin dolor. Eso sí, mantén siempre la lengua húmeda.

-Juguetes sexuales: siempre son una forma de romper la rutina y salir de la monotonía tanto en el sexo en pareja como en el sexo en solitario. Existen todo tipo de juguetes para estimular el clítoris: balas vibradoras, masajeadores, anillos vibradores para usar en pareja durante la penetración… Pero el que se está llevando toda la atención en los últimos tiempos es el succionador de clítoris, cuyo máximo referente es el Satisfyer. Dicen que quien lo prueba repite. ¿Te atreves?