Una de las revistas más prestigiosas a nivel científico, The British Medical Journal (The BMJ) publica hoy, 29 de febrero, una de las mayores investigaciones sobre la implicación de los ultraprocesados en la salud . Los investigadores llevaron a cabo una revisión de 45 metanálisis agrupados distintos de 14 artículos de revisión y encontraron hasta 32 resultados adversos: entre ellos, un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y ansiedad.

No, no es nuevo que un consumo de ultraprocesados sea malo para la salud, sin embargo, este estudio arroja datos más precisos y concluyentes y por ello, los expertos insisten en la necesidad de medidas urgentes que se dirijan a reducir la exposición dietética a estos productos y comprendan mejor los mecanismos que los vinculan a la mala salud.

De este modo, el estudio precisa que los alimentos ultraprocesados, incluidos los productos horneados y refrigerios envasados, las bebidas gaseosas, los cereales azucarados y los productos listos para comer o calentar, se someten a múltiples procesos industriales y a menudo contienen colorantes, emulsionantes, saborizantes y otros aditivos. Estos productos también tienden a tener un alto contenido de azúcar, grasa y/o sal añadidos y son bajos en vitaminas y fibra.

Por otro lado, las estimaciones de exposición a alimentos ultraprocesados se obtuvieron a partir de una combinación de cuestionarios de frecuencia de alimentos, recordatorios dietéticos de 24 horas e historial dietético y se midieron como consumo mayor versus menor, porciones adicionales por día o un incremento del 10%.

Más riesgo cardiovascular, ansiedad, depresión, diabetes tipo 2...

Dicho esto, los resultados que arroja esta investigación muestran que "una mayor exposición a alimentos ultraprocesados se asoció consistentemente con un mayor riesgo de 32 resultados adversos para la salud".

Una evidencia que demostró que una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados se asociaba con alrededor de un 50% más de riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardiovasculares, un 48-53% más de riesgo de ansiedad y trastornos mentales comunes, y un 12% más de riesgo de diabetes tipo 2.

Igualmente, se asociació también el consumo de ultraprocesados con un 21% más de riesgo de muerte por cualquier causa, un 40-66% más de riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardíacas, obesidad, diabetes tipo 2 y problemas de sueño, y un 22% más de riesgo de depresión.

Por último, la evidencia sobre las asociaciones de la exposición a alimentos ultraprocesados con otras enfermedades como el asma, la salud gastrointestinal, algunos tipos de cáncer y factores de riesgo cardiometabólico, como niveles elevados de grasas en la sangre y niveles bajos de colesterol "bueno", sigue siendo limitada.

Los investigadores reconocen, como conclusión, que las revisiones generales sólo pueden proporcionar resúmenes de alto nivel y no pueden descartar la posibilidad de que otros factores no medidos y variaciones en la evaluación de la ingesta de alimentos ultraprocesados puedan haber influido en sus resultados. Aunque "el uso de métodos sistemáticos rigurosos y preespecificados para evaluar la credibilidad y la calidad de los análisis sugiere que los resultados resisten el escrutinio".