Entre un 20-40% de la población española sufre rinitis alérgica, según datos de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL). También conocida como Fiebre del Heno, la rinitis es una enfermedad muy común que se caracteriza por la inflamación de la mucosa nasal a consecuencia de una reacción alérgica desencadenada por sustancias que hay en el ambiente a las que el paciente está sensibilizado.
Así y según explica el doctor Julio Maset, médico de Cinfa, "la rinitis alérgica es una enfermedad muy común, generalmente estacional y, a menudo, de carácter crónico. No resulta dolorosa, pero sí molesta, por el tipo de síntomas que provoca y que obligan a tener el pañuelo siempre a mano. Aunque en primavera es cuando más alérgenos encontramos por la cantidad de plantas que florecen, también puede producirse en otras estaciones".
Los síntomas más comunes de esta enfermedad que suele aflorar más en primavera, por el aumento de temperaturas y la floración de muchísimas especies de plantas son similares a los de un resfriado o constipado, pero suelen durar más días.
- Congestión y secreción nasal acuosa: puede darse tanto hacia los orificios nasales como hacia la faringe
- Picor de nariz y/o paladar
- Estornudos consecutivos
- Tos
- Lagrimeo
- Enrojecimiento y picor de ojos
Según explica por su parte la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), la rinitis es la enfermedad alérgica más frecuente y varios estudios señalan que es un factor de riesgo clave para el desarrollo del asma. Sus principales factores de riesgo, es decir, los elementos o las causas que aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad serían tener otras alergias, tener asma, sufrir dermatitis atópica, tener un familiar directo con esta enfermedad o vivir en un entorno que nos exponga constantemente a alérgenos.
No obstante y según explicaba a laSexta.com el Dr. Ángel Moral, de la SEAIC, en general, la alergia ha aumentado en los últimos 20 años: en el año 2000, los pacientes alérgicos suponían un 25 % de la población y en 2020, un 35%. Como han apuntado ya diversos estudios, el cambio climático, la contaminación y el polen están íntimamente relacionados y están impactando en la salud respiratoria de los menores, mucho más vulnerables por tener el sistema inmunológico todavía en desarrollo.
Consejos para aliviar la rinitis alérgica
El Dr. Julio Maset de Cinfa ofrece algunas claves o consejos para mejorar los síntomas de la rinitis, que sin duda afectan a la calidad de vida de quienes la sufren, en mayor o en menor medida dependiendo de la intensidad de los síntomas.
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- Si tienes alergia al polen, permanece en espacios interiores el máximo tiempo posible. Intenta salir lo menos posible los días de mayor concentración en el ambiente.
- Si sales, protégete con gafas de sol y mascarilla. Cuando vuelvas a casa, dúchate y lava la ropa que has usado.
- En caso de alergia al polvo, mantén bien ventilada la habitación. Asegúrate también de retirar el polvo de las superficies con un paño húmedo y de pasar el aspirador a menudo. Además, es conveniente que optes por una decoración sencilla en el hogar y por evitar las alfombras y peluches. Igualmente, recuerda lavar la ropa de cama a alta temperatura.
- Cuidado con las mascotas. Tanto en el caso de tener alergia a los ácaros del polvo como al epitelio de los animales, lo ideal es no convivir con mascotas de pelo o pluma en casa.
- Realiza lavados de las fosas nasales diariamente. Puede ayudarte a eliminar las sustancias que irritan tu nariz.
- Suénate la nariz con regularidad para expulsar la mucosidad o los posibles irritantes, pero siempre con cuidado, suavemente y usando de forma alternativa cada fosa nasal. Así evitarás que se dañen el oído medio o las cavidades de los senos.
- Bebe líquido en abundancia: te ayudará a diluir la mucosidad nasal. Además, de agua, puedes tomar zumos, caldos e infusiones, pero evita las bebidas con cafeína.
- Humidifica el ambiente. Si en tu casa o en tu trabajo el aire es demasiado seco, instala un humificador. Límpialo con regularidad, siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Usa la medicación de forma adecuada. Consulta con tu médico en caso de que los síntomas no desaparezcan, para valorar el uso de antihistamínicos, descongestionantes o aerosoles nasales u otros productos para aliviarlos. Si no tienes confirmación por parte de tu médico de que lo que sufres es una rinitis alérgica, no te automediques.
- Cuidado con la conducción. Dado que algunos antihistamínicos producen somnolencia, no conduzcas ni manejes maquinaria peligrosa en caso de necesitarlos. Por ello, se recomienda tomarlos antes de ir a dormir.