No, no es un dolor cualquiera. La migraña es un tipo de dolor de cabeza muy frecuente que afecta al 12% de la población española, sobre todo mujeres (17,2% vs 8% en los hombres).

Según datos aportados por la Sociedad Española de Neurología (SEN) -con motivo Día Mundial de la Migraña (12 de septiembre), "la migraña supone ya en nuestro país la primera causa de discapacidad en adultos menores de 50 años: "Más del 50% de las personas que padecen migraña presentan un grado de discapacidad grave o muy grave".

Esta sociedad científica asegura que es importante que haya más concienciación sobre esta enfermedad ya que estima que "más de un 40% de las personas que padecen migraña en nuestro está aún sin diagnosticar. Además, los pacientes puede tardar más de 6 años en recibir el diagnóstico y pasar incluso hasta 14 años desde la primera crisis de migraña hasta la primera consulta con atención especializada".

Pero ¿cómo avisa la migraña? ¿Cuáles son sus síntomas más característicos? ¿Cuándo debemos consultar con nuestro médico o con un especialista?

Estos son los síntomas de la migraña

Según explica a laSexta.com el Dr. Pablo Irimia, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra y coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN (GECSEN), "la migraña se caracteriza por la aparición de crisis repetidas de cefalea que tienen unas características muy bien definidas".

"Estas crisis de dolor duran entre cuatro y 72 horas y ese dolor es de localización hemicráneal, es decir, la cefalea predomina en un lado de la cabeza y se describe como un latido o pulsación. Además, la migraña puede acompañarse de náuseas, vómitos e hipersensibilidad a la luz y al ruido", añade el experto.

Con respecto al dolor de cabeza, explica que "es muy característico que éste empeore con la actividad física de rutina (caminar, subir escaleras) y por este motivo la mayoría de los pacientes con migraña que tienen crisis intensas tienen que acostarse y no pueden continuar con sus actividades. Es un dolor muy incapacitante que impide al paciente realizar con normalidad sus actividades familiares, sociales, laborales o de ocio".

Por otro lado, señala que "aproximadamente un 30% de los pacientes con migraña tiene también, además de la cefalea, 'aura'. El aura es una alteración que consiste en pérdida de visión, hormigueos o problemas para hablar que duran menos de 1 hora y que habitualmente precede a la aparición del dolor.

Existen diferentes tipos de migraña, según la frecuencia con la que se padece

  • Migraña episódica
  • Migraña crónica: cuando hay crisis de dolor de cabeza más de 15 días al mes.

Tal como explica la SEN, "la migraña crónica produce entre cuatro a seis veces más discapacidad que la migraña episódica y las personas con migraña con aura tienen un riesgo mayor de sufrir otro tipo complicaciones, como por ejemplo ictus, que las personas que padecen migraña sin aura".

Es importante consultar con un médico "especialmente cuando el dolor de cabeza es de inicio repentino (algo poco usual), cuando la cefalea se inicia por encima de los 50 años y en aquellas personas que además de dolor de cabeza tienen otros síntomas (cambios de comportamiento, debilidad)", aconseja.

La clave en los tratamientos

La migraña es una enfermedad que no tiene cura por lo que no existe un tratamiento curativo. En la actualidad, "los tratamientos permiten controlar las crisis de dolor (tratamiento sintomático) y reducir la frecuencia e intensidad de las crisis (tratamiento preventivo)", explica el doctor Irimia.

Sin embargo, uno de los problemas que tienen los pacientes con migraña es que no siguen los tratamientos. Así y según el estudio 'Persistencia, uso de recursos y costes en pacientes bajo tratamiento preventivo de migraña', publicado recientemente en la revista 'The Journal of Headache and Pain', demuestra que el 70% de las personas con migraña que empezaba un tratamiento preventivo oral no continuaba con él a los 12 meses.

Este trabajo, para el que se ha analizado una muestra de casi 8.000 pacientes en tratamiento preventivo con migraña durante enero de 2016 y junio de 2018, muestra además que los pacientes que no eran persistentes con el tratamiento consumían muchos más recursos sanitarios.

"Estos resultados sugieren que es necesario introducir fármacos más eficaces, mejor tolerados y con esquemas terapéuticos sencillos para que el paciente no abandone la medicación y, de esta manera, ahorrar costes al sistema sanitario”, explica el Dr. Irimia, líder de este estudio.

En la actualidad, explica el doctor, se han realizado diferentes estudios que demuestran que los nuevos anticuerpos monoclonales frente al péptido regulador del gen de la calcitonina son más eficaces que los tratamientos preventivos orales. Así como también su tolerabilidad.

"El porcentaje de personas que abandonan el tratamiento con anticuerpos monoclonales por efectos adversos es mucho más bajo que en el caso de los preventivos orales, lo que permite aumentar la adherencia al tratamiento", sostiene el experto.

Por ello, es importante tener muy en cuenta la elección en el tratamiento preventivo: "Su eficacia se inicia después de varias semanas y por este motivo, una de las cuestiones clave es que el paciente continúe el tratamiento durante varios meses. Cuando el tratamiento preventivo es eficaz se consigue reducir significativamente la frecuencia de las crisis, su intensidad y la necesidad de tomar analgésicos para controlar el dolor. Con todo ello el paciente nota una mejoría muy significativa en su calidad de vida", afirma el facultativo.

Por otro es fundamental que el paciente con migraña siga un estilo de vida saludable: "De forma general, a los pacientes con migraña se les recomienda llevar una vida ordenada (en sus horarios de comida y sueño) y evitar el alcohol y el exceso de cafeína. El ejercicio físico regular puede ser también muy útil para los pacientes. De hecho se sabe que entre los factores que facilita que la migraña se vuelva crónica está el sobrepeso y la obesidad", concluye el doctor.