Con el verano, llegan las otitis. De forma más precisa, llega la otitis externa (también llamada otitis del nadador u otitis de piscina) que es la más frecuente durante los meses de verano en los niños. Los baños, sobre todo en las piscinas, son el factor predisponente para su aparición.

Es importante, antes de nada, "diferenciar entre la otitis externa y otitis media (la otitis más común) porque ambas son diferentes y por tanto, no se tratan igual", explica a laSexta.com el Dr. Luis Lassaletta, otorrino y presidente de la comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).

Cuando hablamos de otitis en la infancia, debemos hacer una clara distinción entre los dos tipos de otitis que existen. Una tiene más presencia durante los meses de verano porque se relaciona con los baños y la humedad, y la otra durante los meses de invierno, por su relación con los catarros.

  • Otitis externa (la más frecuente en los meses de verano)

"Es la inflamación de la piel que está en el conducto externo, por fuera del tímpano y es la otitis más frecuente en verano porque se relaciona fundamentalmente con los baños, especialmente en piscinas", explica el doctor.

Según expone por su parte este informe de Enfamilia, la revista de la Asociación Española de Pediatría (AEP), la gran mayoría de los casos de otitis externa se produce por bacterias y con menos frecuencia, por hongos, especialmente

Aquellos niños que practican deportes como la natación o bien que pasan mucho tiempo en el agua, "tienen más predisposición a desarrollarla, por eso también se denomina otitis del nadador", añade el informe. Incluso, hay quienes la llaman también 'otitis de piscinas'.

  • Otitis media (más frecuente durante todo el año)

Por su parte -continúa el doctor Lassaletta- la otitis media es la inflamación del tímpano y de la caja timpánica y es más frecuente durante todo el año porque está más relacionada con los catarros. Suele presentarse por culpa de complicaciones de catarros o infecciones de las vías altas respiratorias.

Así, y según explica este otro artículo de la AEP sobre la otitis media aguda, se trata de una infección en la que pueden estar implicados tanto virus como bacterias. Y es además una de las infecciones más frecuentes en la infancia, pues entre un 80 y un 90% de todos los niños presentarán al menos un episodio de otitis media durante los primeros años de vida".

Otitis externa, la otitis del verano (y las piscinas)

1. Síntomas

La otitis externa es realmente la otitis del verano. El síntomas más frecuente es sin duda el dolor. "Se nota porque se inflama el conducto auditivo externo y por ello, duele y tenemos lo que se llama la maniobra del trago positivo, es decir, que al empujar el trago (que es el cartílago que tenemos por fuera del conducto) duele", explica el doctor Lassaletta.

También, puede aparecer "supuración del oído y puede también, aunque es menos frecuente, aparecer algo de fiebre. Pero lo más frecuente sin duda, en la otitis externa, es que el oído duele espontáneamente con la palpación y el conducto de alguna forma se cierra", añade.

2. Tratamiento

Normalmente, se suele tratar de forma ambulatoria. "Lo primero de todo es diagnosticarlo: diferenciar una otitis interna de una externa porque el tratamiento es diferente", explica el experto.

En este caso, una otitis externa se suele tratar con analgésicos y lo más importante, con gotas óticas que tienen que incluir antibiótico y corticoides, y que nos van a permitir que el conducto se vaya abriendo progresivamente con el tratamiento. "En estos casos no haría falta asociar un antibiótico por vía oral", añade el experto.

Por otro lado, viene muy bien el calor seco (nunca húmedo) y no bañarse -o no meter la cabeza debajo del agua durante el tiempo que dure el tratamiento.

3. Prevención

En cuanto a la prevención de esta otitis -añade el doctor- no hay recomendaciones específicas, pero es cierto que "los niños que tienen una mayor predisposición a padecer otitis sí deben de tener cuidado. Por ejemplo, si están operados del oído, si tienen un conducto estrecho, si han tenido otitis más veces o si tienen alguna enfermedad que pueda condicionar el que quede agua atrapada en el conducto externo".

En estos casos, es recomendable ponerse tapones en el oído, no sumergir la cabeza debajo del agua o hacer las típicas maniobras que hacemos todos para que salga el agua del oído (como inclinar la cabeza hacia un lado ). "Debe haber factores predisponentes, de lo contrario, no habría recomendaciones específicas", sostiene el doctor.

Por último, algunas recomendaciones comunes para todos son, secarnos bien los oídos tras salir del agua -mantenerlos bien secos- y sobre todo, no usar ni introducir bastoncillos en los oídos: "Tenemos que pensar que todo lo que tengamos en el oído, el propio oído lo va a eliminar espontáneamente, pero con cualquier maniobra que hagamos nosotros por eliminarla corremos el riesgo de dañar el oído. Por lo que los bastoncillos están totalmente contraindicados", concluye el doctor.