Casi es una de las primates con más trastornos del centro de rescate de primates Rainfer. Se llama Casi, porque casi se muere. Vivió más de 30 años en una pequeña jaula. Sami Chita y Yudi, otros residentes, sobrevivían en una caravana de un circo que ya no les quería. Llegaron a este centro de recuperación de primates, enfermos y traumatizados.

Amelia Troyano, veterinaria de Rainfer explica que "lo más llamativo son las condiciones físicas, llegan con poca densidad y mala calidad de pelo, normalmente son animales que han estado encerrados y no les ha dado el sol, entonces suelen ser muy blancos".

Llevan tiempo sin poder rescatar más primates por falta de ayudas

Estos animales participan en espectáculos, desde circos hasta anuncios publicitarios. Por eso más de 200 municipios en toda España han prohibido ya los espectáculos con animales. Aunque su vida se transforma cuando llegan hasta centros como este, pero el futuro de Rainfer pende de un hilo. "Hemos ido tirando de nuestros recursos, de ahorros personales, pero ya estamos en una situación muy crítica, porque los gastos al mes rondan los 12.000 euros",  explica su subdirectora, Marta Bustelo.

El Estado les da una ayuda que, dicen, es insuficiente. Por su parte, el Ministerio de Economía ha asegurado a laSexta Noticias que la Administración les ayuda económicamente, igual que a otros centros y que el bienestar de los primates está asegurado.

Bustelo asegura que llevan "tiempo sin poder rescatar más casos por la falta de ayudas que tenemos. Disponemos de espacio, de personal cualificado para atender muchos más casos, pero necesitaríamos ayudas para poder mantenernos". Por eso han lanzado una campaña de apadrinamiento y ayudas a través de internet, para que todos tengan garantizada una segunda oportunidad.