Reza Rezamand, un culturista de Stoke on Trent, Reino Unido, tuvo que ser ingresado en el hospital después de que su pie se hinchara y se pusiera negro.

Según ha informado el diario británico 'Mirror', los médicos le informaron de que estuvo a punto de morir por septicemia después de que le mordiera una mariquita. De hecho, uno de cada tres pacientes ingresados por esta infección no la superan.

"Soy muy, muy afortunado. El médico dijo que mi sana alimentación me ayudó a luchar contra la infección", explica Reza.

El doctor Ron Daniels, director ejecutivo de The UK Sepsis Trust, asegura que la historia de este culturista es un "recordatorio de que la septicemia puede afectar a cualquiera, incluso al atleta más sano".