Los hechos ocurrieron cuando un ciudadano observó un vehículo circulando por el tercer carril de la A-2 a la altura de Cornellà, sin el neumático delantero izquierdo, con la llanta tocando el pavimento y echando chispas.

Aunque el mismo ciudadano intentó detener el vehículo haciendo indicaciones al conductor, éste hizo caso omiso, por lo que llamó al teléfono de emergencias 112 alertando de la situación de peligro que suponía que circulara el vehículo sin neumático delantero.

El infractor se desvió de la A-2 hacia la C-55 con dirección al el municipio de Abrera, donde una patrulla de los Mossos hizo que el conductor del vehículo denunciado redujera la velocidad hasta poder detenerlo en el término municipal de Esparreguera (Barcelona).

Tras ser sometido a las pruebas de detección alcohólica, el conductor dio positivo con una tasa de 1'1 mg/l, más de cuatro veces la tasa permitida para este tipo de vehículo, que es de 0,25 mg/l.

El conductor fue denunciado penalmente, con obligación de presentarse en sede judicial, por dos delitos contra la seguridad del tráfico: uno por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y el otro por conducción temeraria, dado que en la C-55 estuvo a punto de colisionar frontalmente con varios vehículos cuando invadió en repetidas ocasiones el sentido contrario de circulación.