Arqueólogos de la Universidad de Barcelona (UB) han encontrado herramientas fabricadas con sílex y restos de fauna consumida por humanos hace entre 12.000 y 15.000 años, los primeros vestigios de que cazadores del paleolítico superior habitaron las cuevas de Montserrat.

Investigadores del Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas (SERP) de la UB han llevado a cabo durante el pasado mes de junio excavaciones arqueológicas en las cuevas prehistóricas de Montserrat, que no eran objeto de una intervención científica desde que fueran estudiadas por primera vez hace casi un siglo, en una expedición del Institut d'Estudis Catalans en 1922.

Las excavaciones las han dirigido los profesores de la UB Josep M. Fullola, Xavier Oms y Juan Ignacio Morales, y el investigador adscrito al grupo Artur Cebrià. Las excavaciones se han hecho en la Cova Gran y en la Cueva Freda de Collbató (Bacelona), yacimientos en que se definió por primera vez el estilo de decoración cerámico llamado montserratino.

La excavación en la Cova Freda ha permitido documentar que fue utilizada como cueva corral por parte de los primeros agricultores, que estabularon allí sus primeros rebaños de ovejas y cabras. En la Cova Gran también han encontrado restos de ocupaciones neolíticas (hace entre 7.500 y 7.000 años), y han recuperado fragmentos de la famosa cerámica montserratina.

El estilo de Montserrat, conocido a partir de los años 50 como cerámica cardial, caracteriza las producciones cerámicas de los primeros agricultores que se expandieron por el Mediterráneo desde el Próximo Oriente. Según ha informado la UB, una de las novedades principales ha sido la constatación de que en la Cova Gran también habitaron grupos de cazadores recolectores del paleolítico superior final, un hecho del que hasta ahora no se tenía constancia.

Los principales hallazgos de esta época, de hace entre 12.000 y 15.000 años, han sido herramientas de sílex y restos de fauna consumida por los grupos humanos, como ciervos y conejos. Los arqueólogos han augurado que es probable que, a medida que avancen las excavaciones, puedan documentar niveles con ocupaciones humanas aún más antiguas.

Aunque han precisado que los resultados de la campaña de la UB todavía son bastante preliminares, han constatado "el gran potencial que ofrecen las dos cuevas" y, por tanto, las posibilidades que ofrecen para desarrollar una investigación continuada sobre el poblamiento prehistórico de las montañas de Montserrat.