Tres corazones sobre el mar solo para románticos

La Naturaleza puede ser muy caprichosa y original cuando quiere. Así, al igual que es posible jugar a adivinar de qué han adoptado forma las nubes del cielo, también se puede hacer lo mismo con las regiones o las islas. Tres de estas últimas no dejan lugar a dudas acerca de qué cosa recuerdan, ya que el capricho del derivar geológico las ha convertido en auténticos corazones sobre el mapa.

Se trata de las islas de Tavarúa, en Fiji; Galesnjak, en Croacia; y Hardy Reef, en la Gran Barrera de Coral australiana. Las tres tienen una cosa en común: tienen forma de corazón, y además en perfecta armonía entre sus dos lados, con la punta y las dos semicircunferencias en la zona superior. No es de extrañar, por tanto, que se hayan convertido en el destino más especial de las parejas más románticas, que no dudan en sobrevolarlas para, aprovechando un paisaje tan bello, hacerse declaraciones de amor.

De las tres, la de Tavarúa es la única habitada. Con una extensión de 118 hectáreas, se encuentra muy próxima a la isla principal de Viti Levu y está rodeada por un arrecife de coral, lo que permite enmarcar al corazón en un precioso color turquesa. Sus habitantes son temporales, ya que se trata de los huéspedes de un resort que se ha especializado, además de en las bodas más románticas, en todo tipo de deportes acuáticos, como el surf, el buceo, el snorkel... Y todo ello con hasta siete zonas diferentes de playa.

También la de Hardy Reef cuenta con su barrera de coral. De hecho, esta isla es, básicamente, una gran barrera coralina con forma de corazón hueco. Perteneciente la costa de Queensland, este rincón de Australia es perfecto para el buceo y son muchas las parejas que lo sobrevuelan en pequeñas avionetas para, durante ese momento mágico, pedirse en matrimonio. No tiene ningún tipo de instalación humana, por lo que es un destino virgen para buceadores.

Más fácil es llegar a la tercera de las islas, Galesnjak. Situada frente a la ciudad de Turanj, en el canal de Zadarski, esta isla de 500 metros de longitud es uno de los destinos preferidos por las parejas que acuden al Adriático croata. Accesible por barco, desembarcar allí y celebrar una romántica boda en su playa se ha convertido en toda una experiencia solo apta para enamorados.

La naturaleza se encarga del marco; nosotros, de darle sentimiento.