¡Más Madeira!

Se ha complido ya un año de aquel aciago día en el que la pandemia hizo nuestra vida insostenible y nos vimos confinados, encerrados en casa sin poder salir más que para lo esencial; desde entonces hemos pasado momentos malos y peores según han ido llegado las olas de la pandemia comportándose como destructivos tsunamis sobre nuestro estilo de vida cuando no sobre la vida misma; siempre con la mascarilla puesta y los aforos restringidos, con cierres perimetrales y confinamientos quirúrgicos en una normalidad que sigue sin gustarnos. Así llevamos ya un año largo y ahora poder disfrutar de unas vacaciones se nos antoja ya una necesidad, cuando menos, emocional ¿cómo hacerlo? buscando siempre el aire libre, eligiendo un destino que nos permita vivir con el cielo sobre nosotros y el camino a nuestros pies, un lugar como la portuguesa isla de Madeira.

Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que los 57 kilómetros de largo de Madeira y sus 22 kilómetros de ancho lo son de naturaleza virgen y diversa en la que podrás disfrutar tanto de la montaña, de bosques, cascadas y jardines pero también de una espectacular costa de acantilados y playas ¿cómo hacerlo? recorriendo algunos de los más de 60 senderos de trail running, senderismo o ciclismo de montaña, practicando barranquismo, surf, windsurf, buceo, coastering o incluso pescando, subiendo a los picos más altos de la isla (Pico Ruivo y PIco Areeiro), recorriendo sus majestuosas costas o pasando un rato de tranquilidad y placer en sus bellos jardines.

El Parque Natural de Madeira es un imperdible de la isla porque guarda uno de los bosques de Laurisilva más importantes del mundo, de ahí que haya sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Natural Mundial; además de los bosques los jardines de Madeira son un atractivo esencial de esta isla: el Jardín Tropical Monte Palace es uno de los más espectaculares porque allí crecen unas 100.000 especies vegetales; el Jardín Botánico cuenta con más de 2.000 plantas exóticas del mundo entero; ¿más jardines a visitar? los Jardines del Palheiro con sus árboles bicentenarios o la Rosaleda de la Quinta do Arco donde crece una de las mayores colecciones de rosas de todo Portugal.

Con sus once playas, además de los imponentes acantilados, Madeira es un paraíso de mar: aquí se puede practicar surf, stand up paddle o windsurf y también submarinismo, avistar cetáceos, pasear en canoa o disfrutar de bellas rutas en barco para avistar cetáceos entre otras muchas actividades náuticas; ¿eres más de aventura en el mar o al menos con el mar al fondo? entonces Madeira es para ti un paraíso porque aquí podrás practicar coastering (un mix de rapple, escalada y saltos al mar).

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