Descubre Bratislava a través de sus sorprendentes esculturas

Bratislava es una de las ciudades más importantes de toda Europa. La capital de Eslovaquia no deja indiferente a nadie, puesto que cuenta con un precioso centro histórico. Recibe muchísimos turistas al año, pero no existe una masificación extrema por lo que tendrás la oportunidad de disfrutar sin caer en el agobio.

Por si fuera poco, es una ciudad bastante accesible puesto que además está a tan solo una hora de Viena. Uno de los puntos fuertes de la ciudad de Bratislava se encuentra, precisamente, en el casco antiguo. Si paseas por él te encontrarás una serie de personajes fundidos en metal. Sí, ¡unas espectaculares estatuas de bronce!

Lo más bonito de todo es que presentan unas poses de lo más peculiares, con las que pretenden contar una historia. Es una manera más que perfecta para poner un toque de color a una ciudad con muchísimo encanto. Es el momento de descubrir las más espectaculares y, sobre todo, dónde están ubicadas.

Čumil

Es la más popular, qué duda cabe. Se trata de un trabajador que se asoma por una alcantarilla de la capital de Eslovaquia. Presenta un rostro de lo más pícaro, con el que no se sabe si realmente está observando a los que pasan por allí o, incluso, fija su mirada por debajo de las faldas de las mujeres. Para tratar de evitar que los conductores se despisten, existen una serie de señales de tráfico. Éstas avisan de esta estatua, situada entre las conocidas calles de Rybárska brána y Panská.

El bello Ignaz

Si continuamos en la calle Rybárska brána encontramos una escultura que saluda a las damas con un gesto muy caballeroso: Levantando su sombrero de copa. Es una de las esculturas más bonitas y con más historia, ya que está basado en un personaje real que vivió en la ciudad a principios del siglo XX. Era nada más y nada menos que un mendigo que vestía de traje y estaba acostumbrado no solamente a saludar sino también a regalar flores a las mujeres.

Soldado francés

En la plaza mayor, llamada Hlavné námestie, nos encontramos nada más y nada menos que con un soldado francés cuya vestimenta nos recuerda a la de Napoleón. Este se encuentra apoyado en un banco. Debemos recordar que Bratislava fue atacada, hasta en dos ocasiones, por las tropas de Napoleón. Es más, éste estuvo en la ciudad en el año 1809. La leyenda dice que esta estatua no es más que una representación de uno de esos soldados franceses que decidió quedarse allí a vivir tras enamorarse de una enfermera eslovaca.

El paparazzi

Es otra de las esculturas más famosas de Bratislava, y podrás encontrarla en la calle Laurinská. Tras una esquina se encuentra el auténtico terror de las celebridades. Lo que es evidente es que, paradójicamente, este fotógrafo es uno de los más retratados de todas las esculturas que se encuentran en la ciudad de Bratislava.